Prohibido prohibir

El jefe, Javier Clemente, reunió a sus jugadores y, dado que el equipo ya estaba clasificado para la fase final de la Copa del Mundo, les dijo: "Habéis hecho ya lo más difícil, así aque ahora os toca disfrutar. Vamos a Estados Unidos a pasarlo bien". Ha sido la única recomendación que el seleccionador ha cursado a sus futbolistas. Ellos lo agradecen.Clemente no ha tenido necesidad de editar ningún manual de régimen interior. La concentración de la selección española en Blomingdale discurre bajo las normas que se ha impuesto el propio colectivo. "El equipo se reunió para estudiar qué normas teníamos que tomar para que la convivencia funcionara en el Mundial, y decidimos que no era conveniente establecer ningún reglamento", argumenta Txiki Begiristáin. No hay multas ni amenazas de sanción. Ni tampoco ninguna prohibición. %De qué sirve decir que está prohibido fumar?", se pregunta Bakero. "De nada. El pitillo lo puede encender uno a escondidas. Él sabrá. El mejor reglamento disciplinario es el que se pone uno mismo, y cuando éste funciona no hacen falta mandamientos para la colectividad".

Los capataces

"Lo que más se mira es la puntualidad, sobre todo por respeto a los demás, y la actitud", apunta Zubizarreta. "Hay confianza entre todos, y si uno llega tarde, por ejemplo, a la comida, pues recibe un aviso". El aviso consiste en una ovación de gala de todo el colectivo que le hace salir los colores. "Es mejor esto, tiene más trascendencia que no decir nada y ponerle una multa de 10. 000 pelas ", coincide la mayoría. Zubizarreta y Bakero son los capataces de Clemente.La lista de seleccionados para el Mundial ratificó la hegemonía de los azulgrana en la selección, y éstos aspiran a no defraudarle. Los futbolistas no mandan en Chicago como sucedió en México, con Miguel Muñoz, ni en Italia, con Luis Suárez. Clemente ha impuesto el método en la cancha. Fuera del campo, sin embargo, los jugadores se controlan entre sí. "El míster tiene una fe ciega en nosotros, pero pobre de aquel que fuera pillado en un renuncio el día en que -el entrenador abriera los ojos para ver por dónde pasa", observa otro miembro del equipo.

No hay, momentáneamente, ningún otro signo de alarma en el. equipo que la reapertura de la tensión entre el seleccionador y parte de la prensa. Pero éste es un asunto al que ya están habituados los jugadores. Procuran que el entorno no modifique su conducta. Han llegado sin asuntos pendientes al Mundial y procuran no asumir otros deberes.

"Tenernos asumido que no hay mejor reglamento interior que el del respeto inutuo", ratifica Guerrero. "Hay unas normas de convivencia que por ser tan elementales no necesitan de escritura, y en esto estamos".

"Lo mejor es no prohibir nada, porque normalmente sólo se prohíbe lo prohibido", cuenta Camarasa. El valencianista es el tipo más divertido y atrevido del grupo. Un dato avala tal enunciado: escondido tras una de sus terribIes máscaras, en un partido previo al Mundial fue capaz de llamar a la habitación de Clemente, despertarle y tumbarle de nuevo en la cama de un susto. "El día que vea que hay que animar esto", advierte, "me saco el juego de máscaras".

Los futbolistas se relajan fuera del campo con un palo de golf, una raqueta de tenis, un libro entre manos, tendidos en la hamaca de la piscina, compitiendo en la sala de videojuegos o charlando con la concurrencia en el bar.

Nada está vetado. ¿Y el sexo? Clemente dará cancha a sus muchachos después del partido contra Alemania, el 21, día justamente en que aterrizan en Chicago las esposas o novias de los jugadores. Un acompañante por jugador dispondrá de una semana gratis en el Mundial.

El sexo no lo ha podido prohibir ni Roy Hodgson. El entrenador de Suiza anunció que no permitiría durante el Mundial fumar, ni beber, ni tener relaciones sexuales. La plantilla, al parecer, consiguió rebajar la pena tras duras negociaciones, y el sexo ya tiene fechas en la concentración de los suizos para disfrutarlo. Los dos días posteriores a los dos primeros partidos, las esposas, novias o acompañantes de los jugadores tendrán acceso a los futbolistas. No se habla para nada del tercer partido.

Los irlandeses también han concertado días de visita para las mujeres de los futbolistas. La selección abandonó Dublín cuando se anuncia a a puesta en escena de una campaña publicitaria muy peculiar. El producto en cuestión es el sujetador World Cup Wonderbra, descrito como el "más sexy que jamás ha existido" y disponible en un color verde, el mismo del equipo nacional. No había empezado la campaña y los seguidores irlandeses empezaron muy pronto a contar chistes fáciles relacionando el sujetador y la táctica del Jirafa, Jack Charlton, que manda a sus jugadores al campo con el grito de guerra de "¡Presionadles!".

Los irlandeses parecen tener problemas con el alcohol. Charlton les permite la cerveza, porque entiende que les ayuda a relajarse, pero no el vino. Lo contrario que les sucede a los brasileños. Un juez de menores censuró al delantero internacional Ronaldo por considerar que su participación en una campaña comercial sobre cervezas constituía una "apología de las bebidas alcohólicas".