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Los materiales de la locura

La evolución de la psiquiatría, vista a través de un centenar de utensilios, documentos y libros

Correas de contención mecánica -una especie de cinturón de cuero con brazaletes y argollas de hierro que servían para inmovilizar a los enfermos-, antiguos aparatos de electrochoque de mediados de siglo y los primeros instrumentos de neurocirugía con los que se practicaban las temidas lobotomías. La exposición Viejas y nuevas psiquiatrías. El manicomio de Leganés y la medicina contemporánea recoge la historia de la psiquiatría -en concreto la practicada en el asilo de Santa Isabel- a través de sus instrumentos.En la muestra hay un centenar de utensilios, documentos de la época y libros que marcaron el nacimiento de la moderna psiquiatría. La exposición ha sido promovida por la Asociación de Amigos del Museo de la Psiquiatría, constituida hace dos años con el objetivo de ubicar en las instalaciones del viejo asilo de locos el primer museo de estas características de nuestro país.

Eduardo Balbo, psiquiatra del área IX de Salud Mental y secretario de la asociación, piensa que debe desecharse la comparación de estos objetos con mecanismos de tortura. "Es verdad que había una consideración general de asimilar la locura con una especie de pecado y que muchos de estos instrumentos parecen premeditadamente hechos para castigar esa culpa", explica el psiquiatra, "pero en esa época no existían las posibilidades terapéuticas que se abren a partir de la década de los cuarenta con los psicofármacos o los tratamientos psicológicos".

Prueba de ello es que cuando, en 1851, al amparo de la Ley de Beneficencia, se crea el primer asilo de locos de la región en un antiguo caserón ducal de Leganés, no existía todavía, psiquiatría oficial. Eran los llamados médicos alienistas los que se encargaban de atender a los pacientes del manicomio que recibió el nombre de Santa Isabel como reconocimiento a la reina Isabel II.

El primer médico de la institución, José María Miranda de la Paz, en 1855, establece las primeras reglas de higiene para el cuidado de los enfermos que se conocen en España. Pero estas reglas de limpieza poco tienen que ver con la atención médica a la locura.

Los alienistas, siguiendo las teorías del empirismo francés, prestaban mayor atención a los aspectos somáticos tal y como demuestran las historias clínicas y los documentos de ingreso de la exposición. Los diagnósticos más frecuentes eran la imbecilidad, la simplicidad, el idiotismo y las demencias. El primer diagnóstico de esquizofrenia se hace en Leganés en un historial que data de 1888, y el de demencia senil, en 1895. Los tratamientos empleados incluían desde duchas frías, sanguijuelas o revulsivos en el canal intestinal.

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Fórmulas olvidadas

En los tarros y pomos rescatados de la antigua farmacia se encuentran muchas sustancias vegetales y extractos animales utilizados para preparar fórmulas magistrales ahora olvidadas. Ingredientes como los cuernos de ciervo, ruibarbo en polvo, la sangre de drago o los calomelanos al vapor se alternan con otras sustancias de reconocidas condiciones sedantes como la morfina.

La muestra se completa con una veintena de volúmenes representativos de los comienzos de la psiquiatría moderna de las escuelas francesa, británica y alemana provenientes de la colección Rodríguez Lafora, del CSIC. Entre los libros expuestos figura el tratado de la enajenación de Pinel y la primera traducción al castellano de la Psicopatologia de la vida cotidiana, de Freud.

El manicomio de Leganés y la medicina contemporánea, hasta el 10 de julio. Sala Municipal de Exposiciones de Leganés (Antonio Machado, 2).

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