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Entrevista:

"Mentiría si digo que soy de derechas"

A Javier Arenas, el presidente del PP, José María Aznar, le ha encomendado una notable tarea: quebrar el encasillado techo electoral del Partido Popular en Andalucía y renovar su partido en la tierra donde reside la mayor bolsa de votos socialistas.Pregunta. Andalucía es la clave para que el PP llegue a La Moncloa. ¿Qué pasará si no supera los 35 escaños?

Respuesta. El cambio es necesario en España y urgente en Andalucía. En el resto del país, aunque el partido socialista ha gobernado durante muchos años, se han producido mayores contrapesos, pero en Andalucía la mayoría absoluta del PSOE ha sido eterna. Aquí el objetivo es que termine la hegemonía socialista y que tengamos un resultado importante. No me pongo ningún listón, pero, en cualquier caso, el éxito del PP en las próximas elecciones autonómicas está garantizado.

P. ¿Piensa volver a Madrid si no cumple con las expectativas que Aznar depositó en usted?R. He decidido consagrarme a Andalucía, mi vocación política. Pienso estar en el Parlamento regional, como presidente o como jefe de la oposición. Madrid será siempre de ida y vuelta; ya he tenido una etapa y la considero suficiente. Mi objetivo vital es triunfar en mi tierra.

P. ¿Sigue manteniendo que Poder Andaluz es un submarino del PSOE?

R. Me gustaría que esta plataforma no fuera una operación socialista, pero tengo serias dudas. Me parece que no es de fiar.

P. ¿Si consiguiera usted suficientes escaños como para hacerse con el gobierno con ayuda de Poder Andaluz, pactaría?

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R. Vamos a tener un crecimiento espectacular, pero la plataforma va tener escasa representación y no será decisiva. De todas formas, no renuncio a mantener conversaciones con Poder Andaluz, aunque es mucho más complicado que el pacto que hay en el Ayuntamiento de Sevilla entre PA y PP. Desde luego, no estoy dispuesto a hacer un gobierno a la griega.

P. El PSOE ha acusado judicialmente al PP de comprar votos en la localidad jiennense de La Carolina.R. Desde 1977, La Carolina es uno de los pueblos en que mejores resultados ha tenido el PP en las elecciones y a los socialistas no les gusta que mantengamos tanto peso electoral. Los nuevos caciques son algunos socialistas que han tenido muchísimo poder y han abusado, de él.

P. ¿Por qué se resiste a decir que es derechas?

R. He dicho siempre que soy de centro, moderado y abierto al diálogo. He renunciado al dogmatismo y la prepotencia y estoy muy contento de que haya votantes de centro-derecha que opten por el Partido Popular.

P. ¿Ni siquiera es capaz de decir que es de centro-derecha?.

R. Soy capaz de decir lo que soy; no se trata de luchar entre la osadía y el engaño. Si yo dijera que soy de derechas no diría la verdad. Soy de centro.

P ¿Qué hace entonces en un partido de derechas?R. Estoy en un partido de centro. Entré en el PP con la refundación de José María Aznar. Además, me siento orgulloso de lo que ha hecho mucha gente dentro del PP en los últimos 12años, aguantando frente a la soberbia del socialismo.

P. Aparte de ilusión, orgullo, esperanza y esfuerzo, conceptos que repite siempre en sus mítines, ¿qué vende Javier Arenas?

R. Estoy harto de la Andalucía intolerante que practican los socialistas, harto de la confrotación y harto de que se divida a los andaluces en función de su origen social, de su condición económica y su profesión. La clave de mi discurso es la Andalucía activa frente a la pasiva.

P. Ya, pero usted anuncia que no piensa quitar los subsidios.

R. Una tierra con un 35% de paro tiene que mantener un sistema de subsidio. Lo contrario nos llevaría a una situación de pobreza y marginalidad. Ahora, mientras el PSOE lo ve desde la complacencia, nosotros lo hacemos desde la autocrítica. Yo quiero mantener el PER, pero mejorarlo y que en vez de subvencionar el paro se subvencione el empleo.

P. Resúmame su fórmula contra el paro.

R. Hay un problema de confianza con los inversores. Primero percibo el ahorro andaluz; después, el español y el extranjero. Hay que gastar menos en gastos corrientes e invertir más. Reducir el peso de la Administración, recortar el número de altos cargos, decidir qué sectores desarrollar estratégicamente: el industrial y el turístico sobretodo. Detener la presión fiscal para que haya ahorro, pagar a quien se le debe (hay empresas que cierran porque la Junta no paga) y cerrar un acuerdo con sindicatos y empresarios.

P. Si se invierte más, se pagan las deudas y se mantienen los subsidios, ¿de dónde saldrá el dinero?

R. Ahorrando y consiguendo más ingresos. Según los socialistas, subiendo los impuestos; según mi percepción, ofreciendo un panorama donde se creen empresas y haya empleo. No hay más fórmulas. Y que la Junta deje de ser la Administración más morosa de España.

P. Anda usted echando flore a Izquierda Unida.

R. El voto del miedo perjudica Izquierda Unida y al Partido Popular. Además, Luis Carlos Rejó es un candidato inteligente que representa a una izquierda honesta comprometida con las libertades

'El Niño' `el Arenas' y don Javier

I. P. "Algún día contaré cuándo, dónde y quién del PSOE me ofreció ingresar en el partido". Es lo único que aún no se sabe de Javier Arenas, porque de la oferta del andalucista Alejandro Rojas-Marcos y la posterior de José María Aznar se ha hablado hasta la saturación. Con 20 años, Arenas era presidente nacional de las juventudes de UCD; con 26, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, y con tres más, un diputado leñero del Parlamento andaluz. Cuando su formación inicial, el Partido Demócrata Popular de óscar Alzaga, se vino abajo y. quedó vacante su filiación política, casi todos intentaron captar al joven profesional, a quien era fácil ubicar en cualquier sitio por dos razones: la amplia horquilla de sus parámetros ideológicos y sus innatas cualidades para la política.

Desde niño, Arenas destacó por la simpatía, el don de gentes y una habilidad especial para decir lo que convenía en cada momento. En el colegio de los hermanos claretianos de Sevilla ejercía como delegado de la clase y no era dificil adivinar entonces la vocación pública del aventajado estudiante. Su dedicación temprana a la política le ha costado un mote: El Niño, y su talante dicharachero, un sambenito, el de señorito andaluz. En realidad, Arenas, que nació en Olvera, pueblo blanco de la sierra de Cádiz, es hijo de un abogado y nieto de médico y farmacéutico. Con nueve años se fue a vivir a Sevilla y en su árbol genealógico inmediato no consta la existencia de terratenientes.

Cada vez que puede nombra al que considera su maestro, Manuel Clavero, que fue ministro de Cultura con UCD y abandonó el partido tras enfrentarse a Adolfo Suárez. Clavero intentó que Andalucía accediera a la autonomía por la vía lenta. Mientras estuvo ausente de la política, Arenas montó un despacho profesional que dejó en manos de sus socios para seguir a Aznar.

Dice que vive en un apartamento de 80 metros cuadrados con su esposa, Macarena Olivencia, hija del primer comisario de la Expo 92, y pone cara de disgusto y manotea al referirse a su etapa en Madrid. El candidato popular ha tejido una complicada maraña electoral que, sobre todo, le ha otorgado prestancia y la dificil transmutación de El Niño a El Arenas y, finalmente, a don Javier.

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