Turno de oficio
Como abogado del turno de oficio y dejando al margen otros títulos que tenga relativos al mismo, quiero manifestar la falta de objetividad, y por tanto de verdad, del reportaje La justicia de los pobres que apareció en la página 3 del suplemento de Madrid de su periódico del pasado domingo día 22.Me parece que se han seleccionado fuentes parciales para, a partir de opiniones igualmente parciales, llegar a conclusiones también parciales. Mi experiencia es que entre los abogados de oficio existe la misma variedad que entre los de confianza o libre designación, tanto en calidad cuanto en interés por la defensa del justiciable, predominando con amplísima mayoría los que de verdad cumplen perfectamente su misión, a pesar de que la retribución que por su trabajo reciben sea escasa, morosa y a veces inexistente.
La justicia penal española tiene muchos defectos, y entre ellos es obvio que puede mejorar el turno de oficio, pero sin duda los problemas principales son otros (hacinamiento en las cárceles, arbitrariedad en las prisiones preventivas, inexistencia de indemnizaciones para las víctimas y para los absueltos que han sufrido prisión, falta de experiencia al iniciar su ejercicio profesional, tanto los abogados como los jueces y demás operadores jurídicos, absurdos en la legislación procesal, falta de doble instancia en algunos casos, ausencia de casación en otros, etcétera), y precisamente en la selección de los abogados del turno de oficio y en la solución de los problemas presentes están trabajando en la actualidad el Ministerio de Justicia, el Consejo General de la Abogacía y el propio Colegio de Abogados de Madrid.
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