El FBI abrirá oficina en Moscu

La mafia rusa una de las organizaciones más florecientes de la transición a la democracia y la economía de mercado podría tener a su disposición dos kilos de uranio enriquecido, robados en una instalación cercana a San Petersburgo. La perspectiva de pesadilla que en cierra la noticia, revelada al Congreso norteamericano por Louis Freeh, director del FBI, pone los pelos de punta a los norteamericanos, sobre todo cuando al lado de Freeh compareció Mijaíl Yegorov, jefe del Departamento Anti-Mafia del Ministerio del Interior de Rusia. "Los grupos de criminales", dijo el uniformado Yegorov el "pasado miércoles, "están demostrando cada vez más interés en las instalaciones defensivas de la antigua Unión Soviética". La preocupación suscitada por la cara más fea de la nueva Rusia ha llevado al FBI a anunciar la inminente apertura de una oficina en. Moscú.El gran temor de Estados Unidos -convenientemente utilizado ante los congresistas para que tengan menos dudas a la hora de firmar los cheques de ayuda a Rusia -es que las bandas de delincuentes vendan se cretos militares y material nuclear a grupos terroristas. Las bases militares, según Yegorov están bien protegidas, pero el militar ruso reconoció que en los últimos 18 meses se han abierto 47 investigaciones sobre otros tantos intentos de robo de material radiactivo. El director del FBI dijo que su organización y la Interpol se están tomando muy en serio la desaparición de los dos kilos de uranio. Para fabricar una pequena bomba nuclear hacen falta entre seis y diez kilos de uranio enriquecido.

Los datos ofrecidos por Mijail Yegorov cortaron la respiración a los congresistas: en Rusia hay 5.700 grupos criminales, con unos cien mil miembros en nómina. Un centenar de organizaciones actúan en el exterior, sobre todo en Europa y EE UU, y se encargan de operaciones de lavado de dinero, estafas, transacciones ¡legales y narcotráfico. La cuarta parte de estas organizaciones están basadas en territorio norteamericano: Nueva York, Miami, Chicago, Los Ángeles y San Francisco. Relativamente novatos en estos pagos, los criminales rusos han conectado con los maestros de la mala vita: el FBI tiene pruebas de su colaboración con la Cosa Nostra para controlar ventas ilegales de 200 millones de litros de gasolina al mes, lo que supone una pérdida de ingresos por impuestos de 1.000 millones de pesetas mensuales a la Hacienda norteamericana. Italia y Alemania en el Congreso lo confirmó la presencia de Hans-Ludwig Zachert, número uno de la policía alemana son también escenarios de la intensa actividad de la mafia rusa, que además de exportar sus actividades al extranjero sabotea las reformas: "En estos inomentos", dijo Yagorov en el Congreso, "el crimen organizado es una amenaza real para la estabilidad de la vida económica y social del país".

Louis Freeh anunció a los congresistas que el FBI va a empezar a entrenar a agentes rusos en la lucha contra el crimen organizado. Se establecerá una base de datos conjunta y canales de comunicación especiales. El FBI va a abrir a corto plazo una oficina en Moscú y el propio Freeh viajará a Rusia dentro de un mes, al frente de una delegación de expertos del Tesoro, del Departamento de Estado y de la DEA, la agencia que coordina la lucha contra el narcotráfico.