La pintura a la puerta del Museo Thyssen
He solicitado dos veces la autorización de exposición y venta en el paseo del Prado, número 8, a la Concejalía de Centro, siéndo me denegadas ambas; alegué que no interrumpía la vía pública, pues tenía parte de mis pinturas en la mano y otras apoyadas en la pared del museo. Interpuse recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma de Madrid el día 29 de abril de 1994.Me confiscaron 14 pinturas el 29 de: marzo de 1994 (reclamadas en el plazo reglamentario sin que recibiera contestación todavía). Dejé la acera y me puse a venderlas debajo del portal del museo, sin que tuviera problemas por parte de éste. El 14 de abril de 1994 me volvieron a confiscar 13 pinturas. Tengo testigos (personal del propio museo) de que no estaba en la vía pública, por lo que demandé judicialmente a los policías por extralimitarse en el ejercicio de sus funciones ante los tribunales ordinarios.
¿Permite la Policía Municipal repartir propaganda desleal cuando el museo cuenta con servicio propio de restaurante-cafletería (su personal ha sido reducido en cinco personas recientemente) y parte de las ganancias van a parar al propio Estado? Antes que el museo fuese estatal no dejaban repartir propaganda, pues los propietarios, lógicamente, velaban por sus propios intereses. Y en cambio, y con gran asombro por mi parte, me persiguen de forma indiscriminada..
Estoy harto de escapar de la policía, de ser un fuera de la ley por el solo hecho de pintar y mostrar mis trabajos a los que tienen inquietudes culturales y ofrecérselas por si quieren llevarse una pintura original a precio de poster.
Señor Álvarez del Manzano, me alegró mucho oírle decir que van a invertir cientos de millones en recuperación de edificios con fines culturales, limpieza de fachadas, zonas peatonales en zona centro, pero sepa que cultura también es la pintura, esté ésta en donde esté, y le puedo decir que a la entrada de Thyssen ya van más de 1.500 pinturas vendidas, que las tengo repartidas por toda América Latina, América del Norte, toda Europa y no digamos España. Que tengo el récord de vender - 44 pinturas el fin de semana de San Valentín de 1993.
Si quieren que me vaya de este país me voy, pero antes renunciaré a mi nacionalidad en el ministerio correspondiente. Aún queda Portugal, que, por cierto, este año es capital cultural y creo que tratan de otra forma a los artistas que venden sus trabajos en la calle-
