Y volver, volver...

Olvido / Alaska se olvidó de venir. Qué pena. Con tanto fan ataviado a lo murnau, esperándola7. Hubo, no obstante, un caluroso lleno en la Revólver para ser testigos del regreso de los superhéroes y la presentación de un C. D. autofinanciado, con una tirada limitada de 2.000 copias.Entre los cinco Vengadores, más de 20 siglas históricas del pop de los últimos 10 años: Pegamoides, Seres Vacíos, UVI, Comando 9mm., P. V. P., Esqueletos, La Frontera, Espasmódicos, Radio Futura... la creme de la creme de la difunta movida, de la que aun se pueden exprimir unas gotas de calidad y clase que, en un tiempo tan soso y confuso como el presente, sientan estupendamente al hígado, amén del rejuvenecimiento que suponen. Los Vengadores son varios homenajes en uno. El primero al desaparecido Toti Árboles, magnífico batería. El segundo al punk, la última moda divertida. El tercero, a un determinado sonido que cristalizó en los años de la transición musical y que descansa ya en la vitrina del recuerdo.

Estos veteranos muestran, instrumentalmente y con su actitud en escena, la madurez de los años vividos... Bueno, menos Manolo UVI, que sigue como siempre. El Torero es una máquina, Battaglio pone la solidez guitarrera y destacan Juanjo, el Strummer del Foro, y Ana Curra, pletórica de garra y cantando como nunca.

Todo esto se evidencia sobre el escenario con poderosas versiones de Amor en el frenopático, Unidos, el American Jesus de los Bad Religion, We got the power, de Patti Smith, y una de las canciones en castellano que, mejor reflejan el espíritu del rock, El coche de la plas. Fue la venganza de Los Vengadores.