El tráfico, las basuras y la superpoblación centran la cumbre de metrópolis del mundo iniciada ayer en Berlín

Los problemas del tráfico, la contaminación, la eliminación de basuras y la superpoblación ocupan el centro de los debates de la Cuarta conferencia cumbre de las metrópolis mundiales, que se inició ayer en Berlín, con la asistencia de alcaldes o gobernadores de 29 de las mayores ciudades del mundo, y que concluirá el miércoles con una Declaración de Berlín.Durante tres días, los representantes de las metrópolis intercambiarán experiencias y participarán en un amplio programa de actividades culturales. La pieza musical con que se inauguró ayer el encuentro no parecía indicar nada bueno, porque llevaba el título Las flores del mal y las flores de la inocencia, obra de un compositor berlinés.

El alcalde de Berlín, el democristiano Eberhard Diepgen (CDU), aludió en su intervención a la necesidad de lograr una "solidaridad de las metrópolis", porque se ha llegado ya a los límites del crecimiento. Según Diepgen, las ciudades ya no pueden soportar por sí solas las cargas de los cambios socioeconómicos.

En esta cumbre participan metrópolis de muy diversos tamaños. Al lado de auténticas megalópolis como México, Sao Paulo, Tokio y Buenos Aires, por encima de los 10 millones de, habitantes, figuran ciudades relativamente insignificantes, como Estocolmo, con sólo 1,7 millones.

Esta cumbre de las metrópolis, creada en 1985 por iniciativa del gobernador de Tokio, se celebra cada tres años. Una cláusula curiosa en el reglamento de estas reuniones es que sólo puede participar un representante por cada país. Por España, ha acudido a la cumbre Madrid.

EIn las declaraciones a la prensa de algunos de los participantes, al inicio de la cumbre, se advierte los diferentes intereses y preocupaciones, según el grado de desarrollo del país de origen.

Para el representante de Nueva Delhi (India), los problemas más acuciantes son claramente los del exceso de población y el tráfico.

El de Estocolmo (Suecia), sin embargo, se refirió en una declaración a la agencia alemana DPA a la necesidad de conseguir un sistema de conexiones entre el tráfico de la ciudad y el de cercanías, y el desarrollo de mecanismos para crear aparcamientos junto a las estaciones de metro que llevan a los viajeros hasta el centro.