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Las nuevas 'viceministras' de Justicia e Interior prometen devolver la confianza a los ciudadanos

La nueva secretaria de Estado de Interior, Margarita Robles, anunció ayer durante su toma de posesión que la lucha contra la corrupción será uno de sus principales objetivos. Su compañera María Teresa Fernández de la Vega, secretaria de Estado de Justicia, avanzó que intentará mejorar el funcionamiento de los órganos judiciales, aunque desde una posición de diálogo con todas las partes afectadas. Ambas prometieron devolver la "confianza" a los ciudadanos en presencia del superministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, y otros altos cargos de la Administración.

El palacio de Parcent, donde previsiblemente instalará su despacho el superministro, estaba abarrotado. Nunca antes había despertado tanta expectación la toma de posesión de dos secretarias de Estado. Las ministras de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, y de Sanidad, Ángeles Amador, no quisieron perderse el acontecimiento. Lo mismo que el ministro de Trabajo, José Antonio Griñán; el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Pascual Sala; el del Tribunal Constitucional, Miguel Rodríguez Piñero; y otros altos responsables del macroministerio.María Teresa Fernández de la Vega se declaró "orgullosa" de participar en el proyecto del PSOE y avanzó que se esforzará por lograr mayor eficacia en el funcionamiento de la justicia para recuperar la confianza de los ciudadanos, aunque sin abandonar el diálogo con los diversos sectores afectados. Según ella, con la unificación de Justicia e Interior se pretende dar solución al viejo binomio libertad / seguridad.

Margarita Robles, en tono enérgico, se refirió en varias ocasiones a que uno de sus principales objetivos será la lucha contra la corrupción y devolver la confianza al pueblo, después de los "momentos difíciles" ocasionados por culpa de este fenómeno. Dijo que "errores del pasado no pueden hipotecar el presente ni el futuro".

La secretaria de Estado de Interior pretende que las fuerzas de seguridad sean garantes de los derechos constitucionales de los ciudadanos. Tras su toma de posesión, señaló a los periodistas que mantendrá la política antiterrorista iniciada por el anterior ministro del Interior, Antoni Asunción, y se negó a aclarar si cambiará a algunos de los actuales altos cargos. "Antes tengo que hacerme cargo de la situación y escuchar la opinión de todos", se excusóDimisiones

Sin embargo, Belloch debe nombrar a la mayor brevedad posible un delegado del Plan Nacional sobre Drogas, tras la ruidosa dimisión de Baltasar Garzón, y un nuevo subsecretario, tras la renuncia de Fernando Puig de la Bellacasa. Éste ha optado por reintegrarse como funcionario de Presidencia, al considerar que la subsecretaría va a ser un órgano de carácter técnico más que político.

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Fernández de la Vega y Robles recorrieron a pie los 200 metros que separan la sede del antiguo ministerio de Justicia del palacio de Parcent. Esta última lo hizo acompañada del comisario Modesto García, antiguo dirigente sindical y amigo personal de Belloch, que está destinado desde hace dos meses en París. Su conocida amistad con el ministro ha disparado en el Cuerpo Nacional de Policía las especulaciones sobre su posible ascenso, que él negó ayer.

Las dos nuevas viceministras, cuyos rostros son hasta ahora poco conocidos, pasaron inadvertidas para los transeúntes, que ni siquiera repararon en sus discretos escoltas.

En el acto de ayer había numerosos generales y jefes de la Guardia Civil, además de comisarios de policía, al contrario de lo sucedido en la toma de posesión de Belloch.

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