Cambió de tercio

La inversión ha vuelto a los mercados una vez superados un par de problemas secundarios, a saber, la respuesta global de las bolsas a la evolución de los tipos de interés y el incremento de los beneficios empresariales, aunque hasta ahora la mayoría se hayan producido en las sociedades sujetas a tarifas. El corto plazo ha encontrado el mejor de los terrenos para medrar, ahora que las promesas de recuperación económica pueden llegar a cumplirse y cuando el dinero se ve expulsado de las posiciones conservadoras. El volumen negociado llegó a los 42.500 millones de pesetas en esta sesión, en la que hubo momentos en los que la abundancia de contrapartida puso en peligro la cuantía de los avances. El 63% del negocio se concentro en diez valores, todos ellos componentes del Ibex 35.El comportamiento de los mercados europeos, con avances del 0,55% en Francfort y del 0,03% en París, y un retroceso del 0,12% en Londres, junto a una apertura medianamente positiva en Wall Street, dejaron el terreno abierto a la imaginación, de habitual corta pero que suele acabar en una mejora de las cotizaciones. La explicación más plausible vuelve a ser técnica y se refiere a la entrada en el mercado de muchos inversores que habían renunciado a las posiciones largas ante los quebrantos sufridos desde el 31 de enero. El índice general de Madrid ganó al cierre un 1,57%, 5,17 puntos, mientras que el Ibex 35 subía un 1,48%. Wall Street ganó al cierre 11,82 puntos hasta los 3.671,50.