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Política de vivienda

Recientemente, y de manera coordinada, dos concejales de Izquierda Unida y del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid han publicado en esta sección sendos artículos sobre la oposición de la Comunidad de Madrid (CAM) a los Programas de Actuación Urbanística (PAU), que articulan el grueso del Programa Municipal de Vivienda (creación de suelo para 70.000 viviendas). Ambos artículos vienen a coincidir -es cuestión de consignas, como en los tiempos heroicos- en lo siguiente:

1. El programa para crear suelo para 70.000 viviendas, de las que el 65% son protegidas, es innecesario porque así lo dice el infalible Plan General de 1985.

2. Todo lo que Madrid necesita es que continúe vigente el legado del plan de 1985 y poder así desarrollar los planes de la CAM fuera de la capital.

3. El Ayuntamiento quiere ir demasiado deprisa.

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Sus argumentos se adornan con alguna ironía en el caso de Francisco Herrera (por cierto, es Obelix, que es bonachón y bastante corto de entendederas, y no Astérix, quien decía: "Están locos estos romanos") y con una buena dosis de ignorancia sobre el papel de las infraestructuras en el urbanismo en el caso de José María de la Riva.

Ambos concejales representan a los grupos políticos que suscribieron, en 1985, que Madrid "no crecería" y que estaba "sobrada" de infraestructuras de transporte, suprimiendo la M-40 del planeamiento y previendo sólo 39.000 viviendas en suelo urbanizable programado para ocho años.

Los mismos que han provocado que, desde 1979 a 1992, Madrid perdiera 300.000 residentes, expulsados a ciudades dormitorio o a colonias de adosados por falta de vivienda asequible y de calidad. Esas personas han tenido unos 80.000 hijos que ya no han nacido en Madrid.

Hay que ser un ignorante o no entender nada, como el bueno de Obelix, para argumentar que 70.000 viviendas son excesivas porque el plan. del 85 preveía 39.282. ¿Pero es que han sido suficientes? ¿Es que eran fácilmente gestionables?

Sólo puede parecer excesivo si el PSOE e IU se identifican con la CAM en el apoyo que presta a los municipios del otro lado de la M-40, donde se prevén calificaciones de terreno para crecimientos del ciento por ciento (San Sebastián de los Reyes y Alcobendas, con crecimientos planeados de 120.000 habitantes), o del 50% en el conjunto del sur metropolitano (500.000 habitantes entre los ensanches de los pueblos del sur y la operación Arroyo Culebro), hasta alcanzar un crecimiento de 800.000 habitantes (45%), en 15 años, en la corona metropolitana.

¿De dónde esperan que salga la mayor parte de las personas que se precisan para completar los desarrollos apoyados por la CAM en el área metropolitana que circunda Madrid?

Sólo pueden salir de Madrid. Y para ello es preciso que Madrid mantenga los desorbitados precios actuales de vivienda y que exista un fuerte déficit de suelo, mientras la CAM gotea la vivienda protegida en la capital y realiza el 80% de sus inversiones en los municipios de sus clientes políticos.

Protestan porque en los nuevos barrios el Ayuntamiento no especifica número de viviendas de VPO. ¿Es que hay que recordar una vez más que son las comunidades autónomas las que tienen. que financiarlas y no los Ayuntamientos? ¿Es que no hemos dicho que existirá suelo suficiente para todas las viviendas de VPO que quiera construir la CAM? El Ayuntamiento de Madrid ha propuesto el número necesario de viviendas de precio tasado para autofinanciar los proyectos. Sin excluir otro tipo de vivienda protegida. La CAM lo que debe poner es más dinero y menos obstáculos.

Por otra parte, se ha intentado transmitir la idea de que serán grandes barrios masificados. Sin embargo, los nuevos barrios están concebidos con una densidad mucho más baja que las que aprueba la CAM fuera de la capital. Rodeadas de zonas verdes y con equipamientos que reequilibren déficit históricos, sobrepasarán, ampliamente, los más exigentes estándares urbanísticos, diluyendo la densidad media de la ciudad en cerca de un 20%.

Dichos barrios podrían albergar en 15 años a unas 250.000 personas. Pero eso no es Alicante metido de repente en Madrid. Se trata de no condenar a más madrileños a engrosar las ciudades dormitorio, con la penalización añadida, además, de tener que entrar cada día a través de accesos saturados. No hay que olvidar que los madrileños expulsados -que en su mayoría siguen trabajando o estudiando en Madrid- recorren diariamente el 20% de los kilómetros que se realizan en la corona metropolitana. Más de la mitad de ellos usan el vehículo particular porque la alternativa es de hasta seis transbordos diarios. El modelo de colonización del campo y de dispersión residencial que propicia (directa o indirectamente) la CAM no es sostenible y va en contra de las tendencias urbanísticas y medioambientales. Pero es que, además, es ilógico, aberrante e injusto.

Y eso es lo que el Partido Popular se ha propuesto impedir: si podemos ofrecer viviendas de gran calidad a precios de 14 millones a este lado de la M-40, ¿quién se irá al otro lado de los embotellamientos?

Por último, se acusa al Ayuntamiento de Madrid de querer ir demasiado deprisa. Ahora, PSOE e IU abogan por la burocracia y proponen una tramitación más larga. Entretanto, muchos madrileños no tendrán derecho a vivir en su ciudad y los municipios amigos de la CAM podrán poner en el mercado su suelo recalificado al otro lado de la M-40 sin competencia, porque al final ése es el problema.

es segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid y concejal de Urbanismo.

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