Inkatha y el ANC evitan un choque frontal tras acusarse de pucherazo
El Congreso Nacional Africano (ANC) y el Partido de la Libertad Inkatha (IFP) evitaron ayer en el último instante un choque frontal que tendría sangrientas consecuencias sobre el terreno. Ambos partidos, que se habían acusado mutuamente de perpetrar fraudes electorales a gran escala en la provincia surafricana de Kuazulu-Natal, aceptaron el veredicto de la Comisión Electoral Independiente (IEC) sobre la falta de pruebas del presunto pucherazo y permitieron que continuara el escrutinio de votos paralizado el martes. Ninguna de las dos organizaciones tiene asegurada la victoria y existe el temor de que un ajustado triunfo de una no sea aceptado por las bases de la otra en esta provincia, marcada por 10 años de guerra entre Inkatha y el ANC.
Las acusaciones sobre manipulación del proceso electoral fueron realizadas desde el primer momento de las votaciones de la pasada semana por el ANC y el IFP y el martes alcanzaron su punto crítico, con la negativa a aceptar 180 urnas en el centro de recuento de Turban. Ayer, sin embargo, tras tensas horas de negociación, se acordó contabilizar la mayoría de ellas y aceptar también el veredicto de la IEC de que no hay pruebas de que haya habido fraude a gran escala en Kuazulu-Natal, única provincia en la que vive casi la cuarta parte de la población surafricana.
Colegios 'piratas'
El ANC acusaba al mayoritariamente zulú IFP de haber montado 54 colegios electorales piratas en parte de Kuazulu-Natal, pero la IEC aseguró que eso no es cierto y que lo ocurrido es que no se informó oficialmente de la instalación de esos centros de votación por la urgencia de montarlos debido a lo tardío de la entrada del IFP en la carrera electoral.El ANC ha aceptado de momento esta explicación y retirado su protesta, pero sigue alegando de puertas para adentro que lo que en su momento hizo la ICE es delegar en la administración del homeland autónomo de Kuazulu (uña y carne con el IFP) todo lo relacionado con la votación en áreas remotas de la provincia. De hecho, siguen aún pendientes reclamaciones electorales en otras zonas.
El partido de Mangosuthu Buthelezi, que mantenía una cierta ventaja sobre el ANC gracias al recuento de los votos rurales, empezaba ayer a ceder terreno ante el grupo de Nelson Mandela, que se beneficiaba del escrutinio en zonas urbanas, pero no estaba claro cuánto podría disminuir esa diferencia.
Los surafricanos seguían sin saber cuándo va a concluir el escrutinio que, de confirmarse la tendencia, podría finalizar en Kuazulu-Natal con una foto-finish. Esa provincia y la del Cabo Occidental son las únicas de las nueve que se han escapado al control del ANC, que también va a arrollar en las elecciones para el Parlamento central.
El juez Johann Kriegler, responsable de la IEC, fue incapaz de proporcionar la fecha en la que habrá datos y reveló que se había descubierto un intento de manipular los resultados en el ordenador central de la IEC. Kriegler no reveló la identidad de las personas implicadas y la del posible beneficiario del trapicheo.
Éste y otros incidentes han producido un retraso del escrutinio que ha obligado a llevar al próximo lunes la solemne proclamación de Mandela como presidente por el primer Parlamento democrático de Suráfrica. La ceremonia debía celebrarse mañana en Ciudad del Cabo. El único hito poselectoral que no se va a mover es el traspaso de poderes, acto en el que asistirán el martes en Pretoria más de 40 jefes de Estado y de gobierno. España estará representada por el príncipe Felipe y el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana.
