_
_
_
_

Clinton advierte que los militares "tienen que irse" del poder en Haití

Antonio Caño

El presidente norteamericano, Bill Clinton, advirtió ayer claramente que los militares haitianos "tienen que irse", del poder, lo que marca el comienzo de lo que promete ser una fuerte ofensiva de Estados Unidos, que incluye, quizás, el uso de fuerzas militares, para restaurar la democracia en Haití

Bill Clinton dijo que los militares haitianos "han empezado a matar a gente inocente que no está ni indirectamente implicada en la vida política del país" y que, por tanto, "ha llegado la hora de que [Raúl Cedrás y los demás oficiales que controlan el poder] se vayan".

La Administración norteamericana tiene previsto presionar en esa dirección con medidas fundamentalmente diplomáticas y económicas, por el momento, pero el presidente Clinton no quiso ayer descartar el uso de la fuerza. "No creo que sea conveniente descartar ninguna opción", comentó.

El diario The Washington Post publicaba ayer que el Gobierno norteamericano está dispuesto a enviar a Haití un nutrido grupo de asesores militares para formar a las fuerzas armadas de la democracia, pero la información añadía que ese grupo irá suficientemente armado como para repeler cualquier agresión por parte de los partidarios del régimen actual.

El año pasado, Estados Unidos ya intentó el envío de asesores a Haití, pero éstos tuvieron que renunciar a sus planes momentos antes de desembarcar al comprobar la presencia en Puerto Príncipe de hombres armados a las órdenes de Cedrás.

Acción militar

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En esta ocasión, la Administración norteamericana, preocupada por el efecto que la situación interna haitiana tiene en el aumento de la emigración hacia Estados Unidos, parece ir mucho más en serio. Distintas fuentes han hablado en los últimos días incluso de la posibilidad de una acción militar del tipo de la emprendida en Panamá para sacar del poder -y hasta del país- a Cedrás y reponer al presidente Jean Bertrand Aristide, que vive en el exilio en Washington desde que fue derrocado, en 1991.Pero, por el momento, Estados Unidos quiere agotar la vía de la presión diplomática. La representación norteamericana en las Naciones Unidas prepara un borrador de resolución que establecería un plazo de quince días para que los militares haitianos dejen el poder.

Si la resolución es aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que podría ocurrir esta misma semana, la comunidad internacional aplicaría un bloqueo total a Haití, incluida la prohibición a sus actuales dirigentes de viajar al extranjero, a menos que Raúl Cedrás acepte antes renunciar a su cargo.

El ex presidente George Bush recomendó ayer a Bill Clinton que se desentienda de Jean Bertrand Aristide, a quien catalogaba como un desequilibrado, y

que no envíe fuerzas militares a Haiti.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_