Muere un púgil británico después de dos días en coma
Después de dos días en coma, la joven promesa británica de los pesos gallo, Bradley Stone, de 23 años, falleció anoche en el Hospital Royal de Londres. Su muerte, a raíz de la pelea por el título británico de su peso contra el púgil de Liverpool Ritchie Wenton, de 26 años, ha agudizado las críticas contra un deporte que ayer fue puesto en la picota en el Reino Unido.El destino de Stone se ha truncado amargamente después de una brillante carrera que le llevó el martes al ring del York Hall en Bethnal Green, a las Afueras de Londres, para disputar un título nacional. Bradley, nacido en un modesto barrio del este de la capital británica, aguantó los 10 primeros asaltos, pero el castigo al que le sometió su rival fue demasiado para él. Todavía fue capaz de llegar al apartamento de su novia donde perdió esa misma noche el conocimiento. Internado en el hospital Royal, de Whitechapel, el neurocirujano John Sutcliffe le retiró un coagulo de su cerebro en una operación de dos horas. Su informe no ofreció buenas expectativas. "Tiene dañado el lado izquierdo del cerebro", dijo, "En el mejor de los casos quedará inmovil del lado derecho del cuerpo, y perderá las facultades de hablar y entender". Pese a una primera mejoría, Bradley Stone falleció pasadas las ocho de la tarde -las 9 en la península-. Hacía apenas un par de horas que el joven boxeador, inconsciente todavía, había recibido la visita de Michael Watson, un púgil británico que en 1991 sufrió un daño cerebral irreversible en un combate. Watson está, desde entonces, atado a su silla de ruedas.
En la Cámara de los Comunes, y después de que la Asociación Médica Británica lanzara ayer una nueva llamada urgiendo a las autoridades para que prohíban el boxeo, los diputados laboristas y conservadores acababan de debatir sobre la posibilidad de limitar la emisiones de combates pugilísticos por televisión. Un brillante parlamentario señaló si no sería interesante que una parte de los beneficios que obtiene la Asociación de Boxeo por estas retransmisiones fuera a parar a los propios boxeadores. "Así se hará si así se decide", había contestado John Morris, secretario general del citado organismo. La asociación paga un seguro a los boxeadores que les permite cobrar -obviamente a los familiares- una prima de 40.000 libras (unos ocho millones de pesetas) en caso de muerte. Esa será la única recompensa para la madre de Bradley Stone, que este año se ha enfrentado a una situación de tragedia verdaderamente límite, después de que el padre y un hermano del boxeador fallecieran hace unos meses.
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