Las escuchas telefónicas al fiscal general desatan un escándalo político en Portugal

El hallazgo de un micrófono escondido en el despacho del fiscal general de la República ha desatado un escándalo político en Portugal. Los hechos han sido revelados en un comunicado del Ministerio de Justicia, difundido el martes, que promete llevar las investigaciones "hasta las últimas consecuencias". Hace dos semanas, el fiscal José Cunha Rodrigues pidió la intervención de la brigada de la Policía Judicial especializada en limpieza electrónica. El pequeño aparato descubierto bajo el suelo del despacho, junto a los cables telefónicos, estaba desactivado, de manera que los investigadores no han podido localizar el receptor, presumiblemente situado en el exterior del edificio de la fiscalía.El primer ministro portugués, Aníbal Cavaco Silva, y varios miembros de su Gobierno calificaron de "gravísimo" el incidente. Por su parte, la oposición solicitó la comparecencia del fiscal general en el Parlamento. El magistrado Cunha Rodrigues dirige actualmente varias investigaciones sobre sospechas de corrupción y falsas facturas. En su edición de ayer, el diario Correio da Manha revelaba, citando fuentes no identificadas, que habían sido descubiertos otros casos de escuchas telefónicas en domicilios particulares que afectaban a cinco miembros del Gobierno, entre éstos los ministros de Defensa, Interior, Obras Públicas y Comercio.