"Felipe González intenta desestabilizar"

Rodrigo Rato, madrileño de 45 años, es uno de los más estrechos colaboradores de José María Aznar, presidente del PP. Son amigos desde que en 1982 coincidieron como diputados de la Comisión del Tribunal de Cuentas. Rato, licenciado en Derecho y master en gestión empresarial por la Universidad de California (EE UU), llevó la voz cantante por su partido en la segunda jornada del último debate sobre el estado de la nación. Está casado y tiene una hija. La entrevista se realizó el viernes pasado en el despacho madrileño desde donde su padre y su hermano dirigen los negocios familiares.Pregunta. Resuma el debate sobre el estado de la nación.

Respuesta. Ha sido un debate sobre Felipe González y su responsabilidad política, muy contundente, y que ha obligado a todo el mundo a pronunciarse. Una parte menos clara, reducida por la intensidad de los escándalos de corrupción, se refiere a la recuperación económica. Se está trasladando una idea muy peligrosa a los españoles: que la actual crisis va a terminar y que vamos a volver a lo que había antes. Pero no es así. Vamos camino de una recuperación muy lenta y durante mucho tiempo nos va a parecer que estamos estancados.

P. ¿Va a investigar el Congreso los denominados casos Filesa y Naseiro?

R. Cuando uno no quiere que le investiguen, fuerza que investiguen a todos al mismo tiempo. En el debate puse un ejemplo. Imaginemos que Mariano Rubio dice que para que le miren sus declaraciones de renta hay que revisar las de todos los funcionarios del Banco de España. Es posible que algún funcionario tampoco esté totalmente al corriente con Hacienda. ¿Tiene eso algo que ver con el señor Rubio y con su responsabilidad? Nada. González ha vuelto a introducir a España en una caza de brujas. Cree que así limitará el daño que le pueda hacer una investigación sobre Filesa, pero es un riesgo de desestabilización que él introduce para asustar a los demás.

P. ¿Se va a luchar mejor contra la corrupción mediante las medidas recientemente aprobadas por el Congreso?

R. Todo lo que ha hecho Luis Roldán se podía haber evitado sólo con que los ministros de Economía e Interior de su época hubieran hecho lo que debían: tomarse en serio a la Intervención General del Estado. De repente ponen dos fiscales a investigar a Rubio. ¿Por qué no lo hicieron antes con Ibercorp? ¿Por qué no lo hacen con Filesa? No es sólo cuestión de normas, sino de voluntad política. Y no la hay: lo hemos vuelto a comprobar. Cuando se le pide a Felipe González una investigación sobre su responsabilidad, él intenta desestabilizar y se inventa una investigación sobre toda la vida democrática española desde 1979.

P. Se ha aprobado un amplio paquete legislativo, dificil de desarrollar a corto plazo, para reforzar los controles sobre el gasto público y facilitar la transparencia. ¿El PSOE quiere dejar a sus sucesores un cuadro legal mucho más exigente que el que ha soportado?

R. No nos importa nada, lo estamos pidiendo hace muchos años. Es imprescindible mayor rigor en el gasto y en su control legal, incluso en la intervención previa. Cuando el partido socialista llegó al poder, en el año 1982, a grandes rasgos, el 70% de los contratos de obras públicas se adjudicaban por subasta; el 20%, por concurso, y el 10%, por adjudicación directa. Hoy las cifras son 70% por concurso, 20% por subasta y 10% por adjudicación directa. El concurso permite mucha más discrecionalidad y ya estamos viendo las consecuencias. Nosotros no tenemos ningún inconveniente ante los instrumentos legales de control. El equilibrio de poderes es esencial para la sanidad de la democracia.

P. ¿Puede aguantar el Gobierno sin que nadie dimita?

R. Creo que no. González va camino de encontrarse con graves dificultades para gobernar si no consigue decirles a los españoles que hay responsabilidades políticas que él asume. Al margen de estrategias o intereses partidistas, estoy convencido de que él, Felipe González, se ha convertido en. el problema. Le será muy difícil exigir a otros responsabilidades políticas porque todos saben que también se las pueden exigir a él.

P. No es nuevo que un gran debate parlamentario se salde con una victoria de Aznar, pero sólo a los puntos. ¿Para cuándo el KO?

R. El KO se produce cuando uno gana o pierde unas elecciones. cuando los ciudadanos establecen diferencias importantes. En las del 6 de junio no hubo ningún KO, ni en el PSOE ni en el PP, pero sí un acortamiento notabilísimo de distancias. Que en 10 meses un presidente de Gobierno recien elegido se encuentre en una situación de deterioro y una falta de credibilidad como las que tiene, auguran situaciones muy difíciles para gobernar. Tampoco sabemos cuál va a ser la próxima ley que CiU decida apoyar o no. Si a eso se le llama estabilidad, ¿a qué se le llama desestabilización?

P. Con un Gobierno y un partido socialista tan debilitados, ¿qué le falta al PP para la mayoría?

R. ¡Hombre, los votos! Eso es lo que nos falta.

P. ¿Qué le falta para conseguirlos?

R. Hemos seguido una estrategia parlamentaria clara. En la investidura ofrecimos a González acuerdos sobre la economía y la regeneración democrática, mantuvimos la oferta económica en todo el debate de presupuestos... A todo contestó que no. Intentamos hacer una política de regeneración democrática en la renovación de las instituciones y en la reforma del reglamento del Congreso, que ha resultado extraordinariamente difícil, y, llegados a un determinado punto, hemos perdido la confianza en que González pueda abrir las puertas del futuro. Los ciudadanos entienden que estamos actuando correctamente, tanto cuando ofrecimos acuerdos como cuando hemos llegado a la conclusión de que Felipe González se ha convertido en el problema.

P. ¿No hay un déficit de alternativa en el Partido Popular, una desconfianza en sectores centristas o antiguos votantes socialistas, necesarios para conseguir la mayoría?

R. No lo creo. Desde las elecciones generales, los españoles perciben que el PP tiene equipos alternativos y mejores que los del partido socialista. El mensaje de no tienen programa, no saben que hacer... no se lo cree ya nadie. Cualquiera que conozca en detalle nuestras propuestas en el Congreso de los Diputados sabe perfectamente que tenemos una alternativa. Quedó muy claro ya en las últimas elecciones.