Mírame y no me toques

Tocarlas da miedo, incluso mirarlas. Doce figuras, elaboradas en el siglo XVIII en la fábrica de porcelana Doccia y que representan a los 12 apóstoles, muestran en el Instituto Italiano de Cultura el esplendor del arte decorativo más exquisito. A primera vista, las figuras -de 50 centímetros de largo cada una- parecen tan livianas como una pluma, pero los que las han sostenido aseguran que pesan casi dos kilos. "Aunque son huecas por dentro, pesan. El peso es una seña de identidad", explica el anticuario madrileño Isidro Sánchez Torrijos, propietario de la colección.Sánchez Torrijos encontró las figuras en 1988 en Bruselas y las compró pensando que eran piezas de la fábrica alemana Meissen. Cuatro años después, y tras pasar por los departamentos de investigación de museos tan importantes como el Victoria and Albert de Londres, todos los eruditos llegaron a la misma conclusión: las piezas no eran alemanas sino italianas o españolas. La especialista Carmen Aréchaga fue quien finalmente descifró el origen.

"Esta es una porcelana que no existe en el mercado; de ahí su valor", señala el anticuario. "Se fabricaron sólo durante un periodo muy corto de tiempo", continúa Sánchez Torrijos. "El año pasado, en Christie's de Nueva York, se subastó un mendigo de la misma época, pero de la fábrica Meissen, por cinco millones", dice el anticuario para orientar sobre el posible precio de la colección.

Según Sánchez Torrijos, el origen de las piezas, que ya han sido expuestas en París y Venecia, se descubre por el movimiento de los mantos y los cuerpos. "Si hubiera sido alemana, los movimientos serían más toscos y rígidos".

Instituto Italiano de Cultura (calle Mayor, 86), hasta el 29 de abril.