Besar por donde pasa el Papa

Aunque el Papa podía haberse tomado un tiempo sin límite para sancionar el nombramiento de Javier Echevarría al frente del Opus Del, no esperó ni 24 horas. El miércoles por la noche llegó al Vaticano el nombre del sucesor de Álvaro del Portillo y ayer por la mañana el boletín de prensa de la Santa Sede publicaba el beneplácito pontificio. Beneplácito que, como es sabido, viene de lejos. Juan Pablo II, partidario de la expansión del trabajo de los laicos en la Iglesia, no ha ocultado su particular querencia y apego al Opus Del, cuyos miembros ocupan algunos cargos en el Vaticano.Javier Echevarría fue preguntado ayer sobre si había hablado por teléfono con Juan Pablo II tras su nombramiento. "El Papa ha mandado la bendición apostólica al nuevo prelado y a todos los miembros e a prelatura", contestó. "Para nosotros, est¿ es una señal de tranquilidad y seguridad, porque el vicario de Cristo es uno de los tres amores que caracterizan la actuación del Opus Del: Cristo, María, el Papa. En él vemos, como Santa Catalina de Siena", siguió, "al dulce Cristo en la Tierra, y, por tanto, querríamos besar por donde pasa el Papa, sea quien sea".

En 1982, ya con Juan Pablo II, la obra de Escrivá adquirió el rango jurídico de prelatura personal, caso único en la Iglesia, y que permite al prelado encabezar una especie de diócesis extraterritorial con su propio clero, formado actualmente por millar y medio de sacerdotes. También con el actual Papa fue beatificado el fundador del Opus, José María Escrivá, a sólo 17 años de su muerte.