La ampliación a 16 de la UE, pendiente del voto de 10 europarlamentarios

El ingreso de Austria, Finlandia, Suecia y Noruega en la Unión Europea, previsto para el 1 de enero de 1995, puede naufragar en Estrasburgo, donde el Parlamento Europeo (PE) debe emitir su dictamen favorable en su próxima y última sesión de la legislatura, entre el 2 y el 6 de mayo próximo. Las reuniones de los principales grupos parlamentarios -socialistas, populares y liberales- han permitido comprobar que faltan como mínimo 10 votos para alcanzar el quórum imprescindible de 260, necesarios para dar la luz verde a la ampliación

Si no se produce una votación suficiente en mayo, la ampliación deberá ser discutida y aprobada por el nuevo Parlamento Europeo que surgirá de las urnas el 12 de junio, cuestión que puede poner en duda el calendario de ratificación y la fecha de incorporación.Los Gobiernos de los Doce, al igual que los cuatro candidatos, están movilizando todos sus recursos para convencer a los europarlamentarios de la conveniencia de un voto afirmativo en mayo. El problema fundamental, sin embargo, no es tanto la oposición frontal a la ampliación en forma de votos negativos como la misma asistencia de los eurodiputados a la última sesión.

Buena parte de los parlamentarios no repiten en las listas para la nueva Eurocámara, por lo que tienen muy escaso interés en esta última sesión. Otra parte importante se halla ya ocupada en las campañas electorales, cuyo único morbo político viene dictado por su carácter de auténticos exámenes nacionales en casi todos los países.

La propia ampliación no suscita excesivos entusiasmos entre los eurodiputados, que se han sentido burlados por los Estados miembros en sus deseos de hacer coincidir el crecimiento de la familia europea con una profundización de las instituciones y un acrecentamiento del papel del PE. Son numerosos los parlamentarios que han expresado serias reservas al compromiso de lonanina sobre los votos en el Consejo de Ministros para la Europa de los 16, que permitirá apelar durante un plazo prudencial a la minoría de bloqueo existente en las votaciones de la actual Europa de los 12.

Muchas dudas

La votación indicativa realizada el martes por la noche por el Partido Popular Europeo ha creado gran preocupación entre los cuatro países de la ampliación. De 1,72 parlamentarios, sólo 77 votaron a favor, 23 en contra y 72 no asistieron a la reunión ni lo harán probablemente al pleno. Los democristianos franceses, belgas, holandeses, italianos e irlandeses votarán probablemente en contra o no asistirán. Los populares españoles, alemanes y británicos votarán a favor.

Entre los socialistas, se calcula que habrá 130 votos a favor, de 197. Destaca la oposición de los socialistas franceses y las dudas con tendencia al no de los ex comunistas italianos. Entre las personalidades más opuestas al sí a la ampliación se halla el jurista Maurice Duverger (por el grupo socialista), que ha defendido posiciones muy próximas a las españolas; el ex presidente de la República Valéry Giscard d'Estaing; el de los socialistas franceses y ex ministro de Exteriores, Claude Cheysson, y el del entero Grupo Socialista Europeo, el francés Jean-Pierre Cot.

De ahí los esfuerzos de los cuatro candidatos, que han desplazado a Estrasburgo a sus pesos pesados: los primeros ministros de Noruega y Suecia y ministros de Finlandia y Austria. El secretario de Estado español Carlos Westendorp se reunió también el martes con los diputados españoles para intentar rebañar el máximo de votos a favor de la ampliación.