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Churkin advierte que "ya ha pasado" el tiempo de negociar con los serbios

Vitali Churkin, enviado especial del presidente ruso, Borís Yeltsin, y viceministro de Exteriores, regresó ayer a Moscú radicalmente desilusionado y crítico con los serbios bosnios, que continuaron su ataque contra Gorazde. "Para Rusia ha llegado el tiempo de interrumpir cualquier discusión con los serbios de Bosnia", declaró a la agencia Interfax. "El tiempo de las discusiones ha pasado", añadió Churkin, quien advirtió que los serbios deben comprender que al tratar con Rusia negocian con una gran potencia, "no con una república bananera"."La situación es incontrolable", declaró Churkin a la vuelta de una estancia de nueve días en la ex Yugoslavia. En las críticas más duras formuladas hasta ahora por un dirigente ruso contra los serbios, Churkin se preguntó si Rusia debe permitir que "un grupo de extremistas" se ampare en el apoyo de Moscú para conseguir sus propios fines. La respuesta, según el enviado de Yeltsin, es rotunda: "Jamás. Y si alguien intenta jugar con la política de Rusia, Rusia responderá como una gran potencia".

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A pesar de estas contundentes críticas, Rusia sigue considerando que no hay alternativa a las negociaciones y se opone al uso de la fuerza para detener a los serbios. Yeltsin y el líder norteamericano, Bill Clinton, discutieron ayer telefónicamente sobre la situación en Bosnia-Herzegovina, según informó la televisión rusa, que no ofreció más detalles.

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Los rusos mantienen que la culpa de la situación en Bosnia la tienen la OTAN y los países occidentales, que bombardearon las posiciones serbias sin consultar a Moscú, lo que, lejos de detener a los serbios, empeoró las cosas.

"No olvidemos que, como ya dijo el ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, fueron los musulmanes los que provocaron a los serbios en la zona de Gorazde. Es verdad que la reacción de éstos no fue adecuada, pero tampoco lo fue la reacción de la OTAN", dijo ayer Serguéi Yushchenkov, presidente del Comité de Defensa de la Duma.

Antes de conocer las duras declaraciones de Churkin, Yushchenkov manifestó que lo que sucede ahora en Gorazde no significa que Rusia no tenga influencia sobre los serbios, sino que quienes tienen mando in situ no siempre están de acuerdo con los políticos.

Recordando y lamentando que Rusia, molesta por la decisión de la OTAN de bombardear a los serbios sin consultar al Kremlin, hubiera decidido no firmar el 21 de abril, como estaba previsto, el programa de la Asociación para la Paz, Yushchenkov señaló que "es muy fácil ahora caer en una política de confrontación". "Y es lo que me tenio", agregó el presidente del Comité de Defensa del Parlamento, subrayando que cree que Rusia "debería tener la valentía" de firmar lo antes posible el acuerdo marco de la Asociación para la Paz.

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