Los autobuses de Pozuelo y los coches de Las Matas estrenan su carril reservado

Los primeros cinco kilómetros de los dos carriles centrales de la carretera de La Coruña se abren hoy oficialmente al tráfico de sus nuevos ocupantes: dos de las tres líneasde autobús de Pozuelo y los coches que procedan del cuarto carril que se suele abrir de Las Matas. El viaje preferente terminará en Cardenal Cisneros para los autocares y en Puerta de Hierro para los vehículos. El carril inicia así un periodo de prueba sin restricciones, que durará hasta diciembre. Será entonces cuando se reserve sólo para el transporte colectivo y los vehículos con varios ocupantes.

La calzada central de la carretera de La Coruña (N-VI) Podrá ser utilizada desde hoy por turismos y autobuses en sentido de entrada a Madrid durante las horas punta de la mañana, de 6.30 a diez (en días laborales), y en sentido contrario cuando la intensidad de tráfico lo haga necesario. El tramo en servicio, de cinco kilómetros de longitud, discurre entre Aravaca (kilómetro 10,500) y la plaza del Cardenal Cisneros, a la altura de la avenida de Séneca.

Esta calzada adicional es conocida técnicamente como carril bus-VAO (para autobuses y vehículos de alta ocupación). Sin embargo, en esta primera fase de prueba podrá ser utilizada por todo tipo de vehículos sin límite de ocupantes. En principio, la entrada habitual conectará con el cuarto carril que se inicia en Las Matas, se gún explicó ayer el secretario de Estado de Política Territorial, José Alberto Zaragoza. Cuan do la densidad del tráfico lo re comiende, se abrirá un segundo acceso para turismos a la altura de la clínica de La Zarzuela. En este caso, la incorporación se efectuará desde el carril de la izquierda en sentido Madrid.

Los autobuses interurbanos podrán acceder a la calzada central desde el cuarto carril y también desde el embarque de Aravaca, un paso subterráneo vedado a los turismos, que par te del paseo de la Ermita de Aravaca. Los conductores de los autocares portarán una tarjeta magnética imprescindible para accionar la barrera de acceso al embarque.

El corredor noroeste es transitado por 20 líneas regulares de autobuses del Consorcio de Transportes, que efectúan unas 1.450 expediciones diarias.

Paradas intermedias

Las dos primeras líneas que en sayarán el recorrido son la 656 (Moncloa-Pozuelo) y la 657 (Moncloa-Ampliación de la Casa de Campo), que funcionarán como líneas exprés durante la hora punta de la mañana. Una tercera línea, la 658 (Moncloa-Prado del Rey) continuará discurriendo por la calzada lateral y será la única que conserve las paradas intermedias de la N-VI y en la Ciudad Universitaria.

Las restantes líneas interurbanas que utilizan la N-VI se incorporarán a lo largo del mes al carril bus/VAO, salvo la 622 (Moncloa-Las Rozas) y la 654 (Moncloa-Majadahonda), que circularán por el lateral de la autovía y conservarán todas sus paradas.

Estas calzadas centrales no serán de uso exclusivo para autobuses y vehículos de alta ocupación hasta que el Ministerio de Obras Públicas termine la construcción del carril desde Las Rozas, prevista para diciembre. Entonces, los carriles Bus-VAO tendrán una longitud de 15,4 kilómetros.

Para el verano de 1995, la Comunidad de Madrid espera haber completado la multiestación de Moncloa, según los cálculos del consejero de Transportes, Julián Revenga, con lo que quedará concluida la reforma de este acceso a la capital. La estructura urbanística de los márgenes de la carretera impide cualquier actuación futura en la misma, por lo que esa será la configuración definitiva de la vía, según apuntó el secretario de Estado. De hecho, para ejecutar la actual ampliación, el ministerio ha tenido que expropiar jardines, piscinas V Distas de tenis de las fincas que quedan a ras de los arcenes.

Cuando el carril Bus-VAO esté terminado, la N-VI se convertirá en la primera autopista española con una plataforma reservado para turismos de alta ocupación y transporte colectivo. Todavía no se ha decidido si la ocupación mínima debe ser de dos o tres pasajeros.

Este carril discurrirá entre Las Rozas y Moncloa, aunque los turismos tendrán que abandonarlo al llegar a Puerta de Hierro por dos salidas, hacia Moncloa y hacia la M-30. Los autobuses podrán continuar su recorrido en solitario y sin ninguna interrupción por el carril hasta la misma multiestación de Moncloa. A partir de la plaza del Cardenal Cisneros, el carril será subterráneo. En horas vespertinas el carril será utilizado en sentido Las Rozas.

El coste total de las obras del carril y de la ampliación de la N-VI asciende a 14.500 millones de pesetas, a los que hay que añadir los 3.000 invertidos por la Comunidad en la multiestación de Moncloa y los 1.000 destinados por la Dirección General de Tráfico a sistemas de control y seguimiento del carril BusVAO.

Control inteligente

El carril estará controlado por un sistema de inteligencia artificial que recibe datos desde 17 estaciones de captación, que han sido elaboradas con "tecnología española", destacó el director general de Tráfico, Miguel Muñoz.

Agentes de la Guardia Civil vigilarán el uso correcto del carril desde dos isletas situadas en el punto de inicio, junto al cementerio de Las Rozas, y a la altura de la gasolinera de Puerta de Hierro. Cuando un vehículo con menos ocupantes de los permitidos se cuele en el carril será detenido en uno de estos espacios y sancionado con una multa de 15.000 pesetas.