Las últimas negociaciones ratifican el triunfo de Méndez y descartan una lista de integración
La olla a presión en que se ha convertido el 36º Congreso de UGT aumentó ayer unos grados más. A media mañana, el secretario general de la unión de Cataluña, José María Álvarez, anunció ante la prensa que el sector crítico iba a presentar una candidatura alternativa a la oficial, encabezada por Manuel Fernández, Lito. Tal amenaza no se había hecho realidad esta madrugada. Las negociaciones, que se prolongaron hasta bien avanzada la noche, dejaron clara la ventaja de Cándido Méndez, quien, con un apoyo del 70% de los delegados, descartó pactar una lista de integración con Lito. La incógnita ahora es saber qué hará el día después del congreso del adiós a Redondo la minoría perdedora.
Hace tan solo unas semanas, el congreso del PSOE se veía desbordado por un verdadero torrente de rumores sobre la configuración de su nueva ejecutiva. Este fin de semana, tal vez por el influjo de la herencia socialista, algo muy similar está ocurriendo en el 360 congreso de UGT. Oficialistas, críticos e integradores están jugando sus bazas para hacer una ejecutiva a su medida. Los críticos, con la agresividad que les da el hecho de salir como perdedores en esta batalla, hicieron en la mañana de ayer un arriesgado movimiento táctico. Uno de sus más destacados representantes, José María Álvarez, anunció públicamente la presentación de una candidatura de oposición, con Lito al frente.
"El debate en ponencia demuestra que estamos ganando", dijo Álvarez para justificar su anuncio. La candidatura de Lito está apoyada por una lista que, según palabras del secretario general de UGT-Cataluña, "ya tiene un esqueleto" y debe completarse con lo que salga de los innumerables contactos que mantuvo con uniones y federaciones a lo largo del día. Sin embargo, Álvarez no detalló ni siquiera un hueso de ese esqueleto, aunque fuentes del sector crítico descartaron que de él formarán parte el propio Álvarez, Manuel Garnacho (construcción), ni ninguno de los primeros espadas de las delegaciones que le apoyan, como la asturiana o la cántabra.
Este paso adelante de los críticos surtió el efecto de remover e intranquilizar a los fieles del candidato oficial, Cándido Méndez. Éste siguió trabajando en la sombra acosado por las demandas de sus aliados. En ese sigiloso trabajo también se incluía un contacto con Lito, lo que se interpreta como la última oportunidad para analizar la posibilidad de una candidatura de consenso. El principal obstáculo a esta solución radica en que Lito quiere encabezar esa lista de integración.
Los problemas para Méndez no acaban ahí. El ajuste fino que realiza en su lista también le está resultando arduo. Las uniones de Madrid y Valencia quieren tener un peso significativo en la futura ejecutiva. El representante madrileño, José Luis Daza, tiene muy atada la secretaría de acción sindical de la futura ejecutiva, mientras que el secretario general valenciano, Rafael Recuenco, lucha por meter a uno de sus hombres de confianza para que le represente en Madrid. Entre los otros grandes apoyos de Méndez, el de la Federación de Servicios Públicos (FSP) parece sólido mientras que la Federación. de Industrias Afines (FIA) o la Enseñanza (Fete) siguen reticentes con el mantenimiento del actual secretario de finanzas, Sebastián Reyna. Y las dos organizaciones están peleando hasta el último momento por una lista de integración.
A lo largo de la larga jornada de ayer nadie se atrevía a descartar una lista de integración, aunque todos reconocían su extrema dificultad. En algunos momentos pareció posible que Méndez cediera alguna secretaría con cierto poder para cualquier afin a Lito, que muy bien podría ser el actual responsable de acción sindical del metal. En cualquier caso, el periodo formal de presentación de candidaturas se abre hoy a media mañana, y hasta el último minuto siempre queda alguna puerta abierta.
