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El hada madrina de los discapacitados

Carmen Sevilla recauda fondos para una residencia de ANDE que llevará su nombre

Rosa Rivas

"Que Dios os bendiga". Carmen Sevilla acudió ayer en. Madrid a la sede de la Fundación ANDE para anunciar a todos -jóvenes, ancianos, personal técnico y nube de periodistas- la, buena nueva: el proyecto de una residencia para discapacitados psíquicos, "auspiciado, dirigido y tutelado" por la propia artista. La realidad de la idea será cosa de ANDE, fundación de servicios para minusválidos psíquicos y personas mayores que, junto a profesionales especializados, cuenta con 20.000 trabajadores voluntarios.A la hora de los recursos, ANDE no duda en contar con famosos que aporten el poderío de su popularidad. Isabel Preysler y Ana Obregón se sumaron en su día a la causa. Esta vez entrega su corazón Carmen Sevilla. Y también su nombre, pues así se llamará la futura residencia, que estará ubicada en el noreste de Madrid, en un solar cedido por el Ayuntamiento durante 75 años.

"Yo no soy una persona capacitada para dirigir un centro tan importante y con tanta responsabllidad, en ANDE ya tienen personal muy instruido. Lo mío es algo honorífico, pero cuando el centro esté terminado yo lo visitaré, porque es hermoso ver a estas criaturas, merece la pena dar la vida por ellos. Yo soy la madrina. En definitiva, tengo que sacar dinero de donde sea, hasta debajo de las piedras", dice, "feliz de que Dios ponga en mis manos esta oportunidad de ayudar". Y esta hada madrina tendrá que reunir más de 335 millones de pesetas. Cosa que puede lograr "en un plazo de dos años", confía el presidente de ANDE, Fernando Martín Vicente. "A esta mujer no le niega nadie nada".

De momento, Carmen ya ha embarcado a su marido -"bueno, él no lo sabe todavía"- en la recogida de fondos: "Quiero abrir la suscripción con un millón de pesetas". Asegura que ya ha visto "'al señor Escámez" (Alfonso), presidente de la Fundación Banco Central Hispano, y va a por más: "Si la ministra de Asuntos Sociales me da un dinerito, también voy a verla, y también iré a ver a Felipe y a Aznar... A todos les voy a pedir", dijo resuelta. "Estas inclinaciones mías no vienen de ahora. Yo de joven ayudaba mucho, de incógnito, por, las chabolas, en un sitio que se llama Pozo del Tío Raimundo, con un padre muy bueno (Llanos). No sé si ya existe...".

"Esta vez no me voy a equivocar", advirtió la artista al comenzar su conferencia de prensa. Luego, dando rienda suelta a su entusiasmo -"sé que voy a perder sueño y descanso, que la televisión es muy hermosa, pero muy dura, y yo tengo 63 años, pero no me importa"- hizo de las suyas: "Aquí tendrán una cama y las necesidades que necesite cada persona psíquica, mental, de profundos y gravemente afectados...".

"Dijeron que iban a venir los de los vídeos, aquí sólo hay fotógrafos", se quejó espontáneo un chaval del centro y soltó dedicatorias familiares en un magnetófono. "No te preocupes, bonito, yo te llevo al Telecupón para que veas las cámaras", le prometió Carmen, con un beso cariñoso, y pidió al personal reportero: "¡Hacerle una fotocopia del casete al niño!".

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Sobre la firma

Rosa Rivas
Periodista vinculada a EL PAÍS desde 1981. Premio Nacional de Gastronomía 2010. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Master en Periodismo Audiovisual por Boston University gracias a una Beca Fulbright. Autora del libro 'Felicidad. Carme Ruscalleda'. Ha colaborado con RTVE, Canal +, CBS Boston y FoolMagazine.

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