García Vargas traslada al Congreso la preocupación del Ejército ante la objeción

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, admitió ayer en el Congreso de los Diputados que los mandos militares están "sumamente preocupados" por el auge de la objeción de conciencia, que podría dejar en pocos años al Ejército sin soldados suficientes "para cumplir planes ya previstos e incluso aprobados por el Parlamento". "Las Fuerzas Armadas tienen la misma preocupación que yo", agregó el ministro.

El titular de Defensa reiteró su apoyo al Plan de Normalización de la Objeción de Conciencia que ha impulsado el Ministerio de Justicia, aunque advirtió, como el miércoles lo hizo Juan Alberto Belloch, que su éxito no está garantizado si no colaboran en el plan los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Igualmente, se comprometió a poner en marcha medidas de racionalización que "hagan del servicio militar algo útil".Por la tarde -durante la presentación del libro Casco azul. Soldado español, del periodista Javier Fernández Arribas-, Julián García Vargas trató de restar virulencia al debate sobre la supresión del servicio militar, alegando que "no hay tanta diferencia entre el Ejército mixto [formado por reclutas y profesionales] y el profesional, sobre todo si al soldado de reemplazo se le compensa con una retribución no meramente simbólica". En la actualidad perciben 1.000 pesetas al mes.

Ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados , el ministro anunció que España podría enviar aviones a Bosnia para facilitar apoyo inmediato a los cascos azules en caso de agresión.

Naciones Unidas extendió el lunes pasado dicha cobertura a las Krajinas croatas bajo control serbio, lo que podría obligar a incrementar la fuerza aérea de la OTAN que actúa en la zona.

Prudencia

Tras subrayar que "no se ha descartado en ningún momento el envío de aviones", García Vargas explicó que si España no contribuyó con aparatos al ultimátum en Sarajevo fue "porque no nos pareció prudente comprometernos desde el principio con todos nuestros medios y porque no hacía falta".

También está en estudio el envío de un reducido grupo de observadores militares a los territorios palestinos ocupados por Israel.

De otro lado, García Vargas replicó con contundencia al presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, quien criticó durante el último Aberri Eguna que la Constitución confíe la unidad de España al Ejército. El ministro calificó estas declaraciones de "muy desafortunadas y escandalosas" y las relacionó con la proximidad de las elecciones en el País Vasco.

"Es falso que la Constitución diga lo que afirma el señor Arzalluz. La Constitución establece que las Fuerzas Armadas dependen del poder civil y éstas han respetado de forma ejemplar la Constitución durante los 16 años que lleva en vigor", afirmó.

Precisamente, la permanencia de unidades militares en el País Vasco y Cataluña es uno de los temas pendientes del Plan Norte de redespliegue del Ejército de Tierra.

Julián García Vargas afirmó ayer que la decisión sobre qué comunidades autónomas se quedarán sin guarnición militar, debido a la reducción del número de brigadas, se hará teniendo en cuenta "consideraciones de tipo polí tico". "Esta fase corresponde al Gobierno y no a los cuarteles generales de los ejércitos", explicó.