115 pases a lo ancho
Del Bosque, tras la derrota de Vigo, pidió a la plantilla que dejara de jugar a lo ancho porque allí no están las porterías. Quería un juego vertical, profundo y de desmarques. El propósito de enmienda sólo duró ayer ocho minutos. En ese tiempo hubo seis jugadas al gusto del técnico, que depararon un gol y un remate al poste.Con el 1-0, el Madrid volvió a sus miserias. Acabó el encuentro con un. total de 115 pases a lo ancho o hacia atrás, con Luis Enrique como director de este juego mezquino, al frenar hasta 20 veces el ataque, unas por cobardía y otras porque ningún compañero se desmarcaba.
Con el balón dando vueltas en torno al área no cabe esperar el gol más que en jugadas de fortuna o a balón parado. Así llegó el 2-1, que corroboró el dato de que el Madrid, una vez que confió su recuperación a Del Bosque, golea -16 tantos en cinco partidos de Liga- pero no porque realice buenas jugadas, pues sólo tres goles han llegado precedido de ellas, sino por su continua presencia en campo contrario, que provoca faltas y rechaces a su favor.
A cambio de esas 115 veces en las que los madridistas apostaron por el conservadurismo, sólo acertaron a combinar 15 jugadas de las que quería Del Bosque. El problema quizá sea que no haya capacidad física para más.
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