"La vida madrileña siempre ha sido fruto del teatro"
Es el reciente ganador del Premio José Luis Alonso, para jóvenes directores, por su trabajo en Hiel, que concede anualmente la Asociación de Directores de Escena de España. Eduardo Vasco, alcalaino de 25 años, aunque parido en un hospital de Madrid, aún considera una utopía dirigir a los grandes actores de este país. Y no porque no valga, sino porque le consideran "un pipiolo". El premio para él es poner la guinda al pastel que es el trabajó bien hecho. Es consciente de que estas cosas son pasajeras y que tan pronto vienen como se van, pero dice que es un tímido primer paso para conseguir el sueño que le inculcó uno de sus profesores cuando estudiaba EGB, que dedicaba una tarde a la semana a hacer teatro. Tras pasar por la Escuela de Arte Dramático, estudiar tres cursos de interpretación, trabajar de actor y vuelta de nuevo a la escuela, donde actualmente cursa la carrera de dirección escénica, ahora trabaja de director en Don Duardos, su propia compañía, integrada por 12 personas, que sobre todo son amigos.
Pregunta. ¿A quién le gustaría dirigir o haber dirigido?
Respuesta. Sobre todo, a Max von Sydow. Españoles, a muchos; aunque no digo nombres, no se vayan a enfadar.
P. ¿Cree que la vida cotidiana tiene mucho de teatro?
R. Lamentablemente se ha creado la necesidad de cuidar las apariencias. Hay demasiada ostentación superflua y eso denota una importante indefinición cultural.
P. ¿Es fácil hacer teatro aquí?
R. El espíritu madrileño es muy abierto. El hecho de que no se restrinja la entrada a compañías de teatro como en otros lugares es bueno. Sin embargo, lo mejor es el hervidero de gente muy buena que actualmente estudia en la Escuela de Arte Dramático.
P. Pero ¿Madrid da para hacer teatro?
R. La vida madrileña siempre ha sido fruto del teatro. Las obras se estrenan aquí y los grandes autores acaban en Madrid.
P. ¿Si tuviera que contar una historia sobre la Comunidad, qué contaría?
R. Me remontaría a principios de siglo para buscar el entorno de la vida política, la conversión de las ideas que culminaron en la República.
P. ¿Qué relación existe entre la política y el teatro?
R. Todo el teatro es político. Si se observa con atención, hasta las obras de Lope de Vega tenían contenido político. La autoridad siempre aparecia en escena.
P. ¿Piensa, que los jóvenes acuden al teatro?
R. La gente tiende a lo fácil, a la diversión asegurada. El teatro siempre es un riesgo, no sabes lo que vas a encontrar. De todas formas, creo que los universitarios acuden bastante al teatro.
P. ¿Cómo ve al público de Madrid?
R. Para mí está muy viciado. Es curioso observar cómo la gente de provincias es mucho más sana, te agradecen que subas al escenario a trabajar. Quizá porque en muchos lugares las representaciones no son tan habituales como aquí.
