El gobernador militar de Córdoba asiste, de uniforme, al entierro de Castillo Quero

El gobernador militar de Córdoba, general Ramón Serrano Rioja, y el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de la ciudad, teniente coronel, Rafael Catalán, asistieron ayer vestidos de uniforme al entierro del ex teniente coronel de la Guardia Civil Carlos Castillo Quero, principal acusado por el caso Almería, que falleció el domingo de un infarto.Catalán manifestó al término de la misa que había asistido al acto porque Castillo había sido comandante suyo cuando fue destinado a Córdoba en 1974. Añadió que otros guardias civiles presentes en el funeral habían acudido por ser compañeros de promoción del ex teniente coronel fallecido. El general Serrano Rioja abandonó la iglesia sin hacer declaraciones.

Carlos Castillo fue condenado en 1982 por la Audiencia Provincial de Almería a 24 años de prisión por la muerte, el 10 de mayo de 1981, de tres jóvenes a los que confundió con etarras buscados por el atentado, en Madrid, contra el general Valenzuela. El 20 de julio de 1992 obtuvo la libertad provisional y fijó su residencia en la parroquia de San Rafael, donde falleció.