El programa 'Saturday night live' atraviesa una de sus peores crisis

El clásico de la televisión norteamericana Saturday night live, que lanzó a la fama mundial a actores como John Belushi, Dan Aykroyd, Eddle Murphy o Steve Martin, se encuentra inmerso, en su decimonovena temporada, en lo que parece algo más que una de sus cíclicas crisis.

Acosado por la crítica e incapaz de tener una tendencia, que le ha hecho perder un 13% de audiencia en relación con el año pasado, el productor Lorne Michaels contrató a comienzos de marzo a la patinadora Nancy Kerrigan para actuar como estrella invitada.

Aunque los datos provisionales arrojan una participación en la audiencia del 34% (el más alto de la presente temporada del show), todos los críticos coinciden en que el efecto Kerrigan es tan sólo un remedio pasajero.

¿Qué le pasa a Saturday night live? es la pregunta del mes en revistas, televisión y prensa. No se hablaba tanto del programa desde que hace un par de años la cantante Sinead O'Connor rompió una foto de Juan Pablo II ante las cámaras. Entonces, al menos, se consiguió algo de publicidad, pero hoy los titulares se ensañan con el juego de palabras Saturday night dead (Sábado noche muerto).

Saturday night live comenzó a emitirse en 1975 en la NBC y se convirtió en el acto en un rito semanal para millones de telespectadores ansiosos de humor ácido, parodias sin concesiones y música en directo. En España, Canal + emitió el pasado año cuatro especiales sobre el programa y uno más recientemente.

Actores

Esta temporada se verá marcada por la marcha de Phil Hartman, el componente más veterano y carismático del actual grupo de actores, que se dedicará sólo a su nuevo programa en solitario y a su carrera cinematográfica, algo por lo que ya han optado ex alumnos privilegiados, como Dana Carvey (Waynes world). Los jóvenes actores que se quedan a bordo ya ni se molestan en disimular que están leyendo sus diálogos en grandes carteles situados fuera del escenario. Para mayor bochorno, los críticos también han denunciado que cada vez es más frecuente sorprenderles riéndose de sus propios chistes. Se ha apuntado repetidas veces que las grabaciones del programa se hacen a contrarreloj y que los actores apenas dan de si para interpretar los ocho o diez sketches que se emiten cada sábado por la noche. La incorporación de más y más miembros al grupo, que ya cuenta con 17 guionistas, no ha solucionado nada.

La tradición de quedarse en casa los sábados por la noche para disfrutar de los 90 minutos más corrosivos de la semana en Estados Unidos deparaba antes sorpresas constantes, y las imitaciones de personajes famosos se convertían en chistes en boca de todo el mundo. Ahora, los lunes por la mañana sólo se habla de la última metedura de pata de alguno de los actores o de la pésima calidad de los guiones.