Carrera del récord

Como participante en la carrera de Madrid del pasado domingo 13 de marzo, me parece lamentable que mi participación haya servido para lucrar a una empresa privada a la que el Ayuntamiento de Madrid adjudicó la organización de la misma. Es penoso que los más de 28 millones de pesetas recaudados no se hayan destinado a fines altruistas, como la lucha contra el sida o la droga.El buen ambiente deportivo y madrileñista vividos en la carrera contrastaron al final de la misma con los jardines del paseo del Prado arrasados por muchos participantes, que pisotearon y sembraron de latas de refresco el césped.Asimismo, como miembro de la Asociación de Voluntarios Deportivos de Madrid, participantes en la organización de la carrera, quiero desmentir la noticia aparecida en la prensa de que fuimos retribuidos económicamente por la entidad organizadora: únicamente, para cumplir nuestro cometido e ir uniformados, recibimos camisetas, sudaderas y gorras con publicidad de las empresas patrocinadoras.

En la próxima edición de la carrera seremos muchos los que correremos sin habernos inscrito, sólo por el puro placer de arrebatar por un día la Catellana a los coches.