LAS COFRADES DE SANTANA.
"Sería un milagro de Semana Santa que Suzuki accediera a mantener toda la plantilla", afirmaban ayer las mujeres de los trabajadores de Santana Motor frente a la sede de la empresa en Leganés, informa Ana Roldán. Con los bocadillos en la mochila y alguna que otra silla de cámping, 165 de ellas se desplazaron desde Linares para reivindicar la única fuente de ingresos de sus familias. Vestidas con la ropa defaena de sus maridos, gritaban: "2.400, ni uno menos". También han prometido vivir la Semana Santa más recogida de sus vidas: mantendrán un encierro en el polideportivo de Linares.
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