El precio del agua subirá para reducir su consumo

Las 1.143 propuestas al Plan Hidrológico Nacional han dado un giro sustancial al anteproyecto de ley presentado en abril del pasado año al incorporar la aplicación de un precio al agua, según las explicaciones dadas ayer ante la Comisión Permanente del Consejo Nacional del Agua por los secretarios de, Estado de Infraestructuras José Alberto Zaragoza, y de Medio Ambiente, Cristina Narbona.Muchas de las alegaciones (de Hacienda y de los ecologistas, entre otros) pedían ponerle precio; lo usuarios, que no se ponga ninguno. El documento recoge ambas posiciones, pero al asumir que su escasez la convierte en un bien económico, opta por ponerle un precio. "Sería contradictorio incentivar el ahorro sin un régimen económico que lo haga posible", dice textualmente.

" La medida contribuiría a la ordenación de la demanda, se aplicaría a todos los usuarios y se concretaría en un precio por metro cúbico diferente para cada tipo de uso". Este precio es independiente de las tarifas actuales, que sólo cubren la amortización de las conducciones (el vaso) y el tratamiento del agua, y se aplicaría gradualmente, tras un periodo de moratoria. Del mismo modo se propone aplicar descuentos a quienes ahorren agua y gravar los despilfarros con un canon disuasorio.

José Alberto Zaragoza insiste en que el documento entregado ayer no se debe entender como una propuesta del Ministerio de Obras Públicas, sino como un informe del Consejo Nacional del Agua abierto a la discusión y al consenso. El documento contiene dos apartados, uno que resume las alegaciones y otro donde se detallan las necesidades futuras de agua en 24 hipótesis.

El texto hace hincapié en las medidas para fomentar el ahorro que tanto se echaban de menos en sus primeros borradores. El Ministerio de Hacienda, en una de las alegaciones más críticas, descalificaba la estrategia del plan porque consideraba el crecimiento del consumo del agua lineal y progresivo, sin tener en cuenta la aplicación de tecnologías de ahorro en la agricultura, donde se consume el 80% de los recursos disponibles.

Minitrasvases

No obstante, Obras Públicas y muchos alegantes del sureste consideran imprescindibles los trasvases, aunque se rebaje en 561 los 3.210 hectómetros previstos inicialmente.En este punto, como ya se ha anticipado, se abren dos horizontes diferentes. En el primero se prevén hasta el año 2000 cinco pequeños trasvases para. cubrir las necesidades urgentes de otras tantas zonas: desde la desembocadura del Guadiana a la margen derecha del Guadalquivir; del Guadiana menor a Cuevas del Almanzora; el propiciado por la Xunta para suministrar abastecimiento al polígono industrial de Porriño; del Guadiaro al Guajaceite, para paliar la sequía de la bahía de Cádiz, y el de Cuevas del Almanzora a la cuenca del Segura, destinado al suministro de pequeñas poblaciones del sureste.

El resto de otros grandes trasvases, como los del Ebro-Júcar y Duero-Tajo, se retrasan hasta después del año 2000, con el fin de estudiar con detenimiento las alternativas técnicas y los condicionantes económicos y financieros.

En este sentido, el consejo asume las recomendaciones hechas la semana pasada por las Cortes. Para que esto no retrase el calendario legislativo del PHN, Zaragoza propone dar un plazo de tres años al Gobierno para que presente a las Cortes los estudios de detalle que permitan declarar de interés general los grandes trasvases.

Los vocales del Consejo Nacional del Agua estudiarán los documentos que ayer se les entregaron hasta el 20 de abril, fecha en que volverán a reunirse.