Prensa, la solución a la burocracia
Me dirijo nuevamente a usted, y quiero aprovechar la ocasión para agradecerles a usted y a su periódico la celeridad con que fue publicada (el 21 de enero de 1994) la carta que les envié. En esta ocasión le escribo, tal vez abusando de su amabilidad, para responder a la propuesta que también a través de su periódico, en la sección Cartas al director (día 14 de febrero de 1994), recibí de los técnicos municipales de la Junta Municipal de Chamartín, y que titularon Otra vez presionados.Gracias por su respuesta, señores técnicos. Con ella descubro que la solución a la burocracia está en la prensa. La de tiempo que me hubiera ahorrado de saberlo antes. Diez meses sin recibir un solo papel firmado de su parte y en 15 días obtengo uno. Le recomendaré esta vía de actuación a más gente.
Los señores técnicos dicen ser funcionarios y ciudadanos de buena educación. Yo les digo que pregunten al señor concejal por el dossier que le fue enviado en el pasado verano y lo lean para enterarse lo educados que han sido, al menos conmigo y mis socios.
Los señores técnicos hablan de la complejidad de la normativa municipal. Yo les digo que la hacen compleja los que deben aplicarla y la desconocen o manejan a su antojo, y por ello les molesta que alguien les rebata con la ley en la mano. Hablan de puertas abiertas. Más bien, diría yo, cerradas a quien no se pliega humildemente a argumentos tan sólidos jurídicamente como "problemas". También dicen reprimir su opinión sobre mí. Pero yo no recuerdo tanta represión cuando conversábamos bis a bis. ¿0 me falla la memoria?
Olvidan decir que los presuntos hechos de que me acusan, de producirse como ustedes consideran probados (olvidan la presunción de inocencia), fueron cuatro meses después de que su política de puertas abiertas nos hubiera mandado directamente a freír espárragos sin un solo papel al que, agarrarse.
A pesar de todo, sigo utilizando los cauces reglamentarios, que nunca he abandonado, por lo visto para desgracia suya, por lo que les recomiendo calma y que no se sientan ni presionados ni ofendidos, porque tendré que pensar que se confirma el "ofende quien puede, no quien quiere".-
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