Aznar apoya Rabat en el pleito saharaui y elogia su política de derechos humanos
José María Aznar terminó ayer su visita oficial de tres días a Marruecos manifestando un apoyo casi incondicional a los puntos de vista marroquíes sobre el referéndum en el Sáhara. El presidente del Partido Popular dedicó, además, elogios a los progresos en el respeto a los derechos humanos en el país magrebí porque, explicó, "la situación no es óptima en casi ningún país del mundo". El último acto oficial de su visita fue una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores, Abdelatif Filali.
ENVIADO ESPECIALAznar se ha esforzado durante los tres días en deshacer la idea, extendida entre la! fuerzas políticas marroquíes, de que el PP mantiene hacia Marruecos una posición de mayor hostilidad que el Gobierno y, de que presiona al Ejecutivo para que adopté medidas de presión que acaben con el contencioso de Ceuta y Melilla.El líder del PP ha defendido la aspiración conseguir un estatus de interlocutor privilegiado con la Unión Europea y ha insistido una y otra vez en el valor estratégico que tiene para España la estabilidad en el Magreb y en el área del Mediterráneo, y el papel fundamental que desempeña ahí la monarquía de Hassan II.
Cena con Filali
Además de destacar estas ideas en el discurso que pronuncio en la cena ofrecida el miércoles por a noche por Filali, Aznar, lanzó dos guiños que causan satisfacción a los oídos del régimen marroquí. En primer lugar, dijo que reconoce "la importancia de las medidas adoptadas por el Gobierno de Hassan II en materia de derechos humanos y libertades civiles", que en su opinión han quedado demostradas tras las recientes elecciones. Más tarde explicó que este aval debe entenderse porque la situación de los derechos humanos "no es óptima en casi ningún sitio del mundo" y en Marruecos se ha hecho "un progreso tan importante que merece la pena reconocerlo".El segundo mensaje que envió sus interlocutores oficiales, les podría resultar todavía más grato teniendo en cuenta que procede de un político español que puede representar a corto plazo una alternativa de, Gobierno.
Aznar se alineó casi incondicionalmente con la posición marroquí sobre las condiciones del referéndum en el Sahara. Calificó la consulta democrática un recurso que debe mantenerse pero buscando fórmulas que puedan "garantizar el respeto a los conocidos interesés marroquíes". El presidente del PP no se refirió en su discurso, a la población saharaui, sino a "todas aquellas personas que se reclaman oriundas del territorio".
Preguntado ayer por esta toma de posición, explicó que España no debe desempeñar ningún papel de representación de la república saharaui en las Naciones Unidas porque "hay que comprender la realidad". En resumidas cuentas, Aznar defiende un acuerdo sobre el censo, previo a la celebración del referéndum, y si no se consigue, será la responsabilidad de la república saharaui. Aznar subrayó ayer de nuevo, horas antes de dar por terminada la visita oficial, su satisfacción por el tratamiento que le han ofrecido las autoridades marroquíes. En poco menos de tres días ha sido recibido en audiencia durante más de una hora por el soberano alauita, ha mantenido entrevistas con el príncipe heredero Sidi Mohamed, el primer ministro Karim Lanrani y el titular de Asuntos Exteriores, y ha celebrado una reunión poco frecuente con la mesa en pleno del Parlamento, en la que están representadas todas las fuerzas del arco político, desde la derecha hasta los comunistas.
El presidente del PP y su esposa, Ana Botella, acompañados de un delegación de parlamentarios del Grupo Popular, tuvieron tiempo para pequeñas visitas turísticas cargadas de simbolismo. EI miércoles acudieron en Rabat al mausoleo de Mohamed V, el artífice de la independencia, ante cuya tumba guardaron un minuto de silencio. Luego recorrieron la galería de retratos de la dinastía alauita. Ayer la comitiva visitó la gran mezquita que hizo construir Hasan II en terrenos ganados al mar en Casablanca.
Sorpresa en Madrid
El portavoz del PP en la Comisión General de Autonomías del Senado, Joaquín Espert, pidió ayer al Gobierno que responda a las intromisiones de algunas fuerzas políticas de Marruecos sobre la soberanía española de Ceuta y Melilla con la inmediata presentación en las Cortes de sendos estatutos de autonomía para ambas ciudades.Esta petición sorprendió al ministro para las Administraciones públicas, Jerónimo Saavedra, especialmente por el silencio que había mantenido este partido en los últimos días por la visita de Aznar a Marruecos, y se limitó a contestarle que el Gobierno espera del PP desde hace un mes una respuesta a la oferta que le hizo llegar sobre esta cuestión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.