¿Qué pasa con el Rastro y las panaderías?

El dictamen, adelantado por este periódico (ver EL PAÍS del pasado sábado), es generoso en descalificaciones hacia el anteproyecto de ley de calendario de horarios comerciales en la Comunidad Autónoma de Madrid. El texto comienza explicando que la regulación de horarios comerciales "lejos de cerrar un debate lo ha enconado manifiestamente". Y denuncia que la opinión pública sólo es una espectadora del conflicto "sin ser consultada en esta polémica cuya solución afectará intesamente a su vida".Entre las consideraciones destaca la falta de documentación que argumente la necesidad de limitar la apertura de los centros comerciales. "El proyecto carece de documentación que ayude a comprender el por qué de este proyecto normativo". Destaca las carencias de información sobre los comercios que abren los festivos o domingos, las ventas que se hacen en esas fechas, ni la incidencia que tendría en el sector una norma restrictiva.

El dictamen recae en otra falta: "No se dice nada de cómo afectaría su puesta en vigor a los pequeños comercios que actualmente abren en domingos como los del centro comercial Puerta de Toledo, Sexta Avenida [N-VI] o rastrillos como el de Majadahonda". Ni de otras tiendas "autorizadas para abrir y que venden otros productos, como las panaderías".

Las excepciones que contempla la futura norma creen que provocarán "inseguridad jurídica" y la ley en sí "desatiende los derechos de grandes grupos de personas que, por su trabajo, no pueden comprar en los días y horarios que se pretende".