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La rescisión de los contratos de los futbolistas de Primera División vale 180.000 millones

A unos 180.000 millones de pesetas se eleva el importe de las cláusulas de rescisión de los contratos de los futbolistas de Primera División. Los dirigentes del fútbol han puesto por las nubes el precio a pagar por jugadores que quieran abandonar un club para marcharse a otro. Un equipo como el Atlético de Madrid, asomado al precipicio del descenso, encabeza la lista de las cláusulas, con unos 20.000 millones. Cuatro extranjeros -tres del mismo equipo, Bebeto, Mauro Silva y Djukic, del Deportivo, y Prosinecki, del Real Madrid- son la mejor mercancía: 2.000 millones por cabeza.

Más del 80% de los jugadores de Primera División, unos 350 de los 400 jugadores de los 20 equipos, se ven afectados por claúsulas de rescisión en sus contratos, según los datos aportados por los propios clubes. En todos los equipos es un jugador extranjero el que cuenta con la cláusula más elevada, excepto en el Rayo Vallecano, honor que le cabe a Onésimo, y el Athletic de Bilbao, que no admite foráneos."Si las Magistraturas de Trabajo conocen esas cantidades, no sería extraño que metiesen mano a los contratos de los futbolistas", se le escapó en privado a un dirigente de la Liga Profesional al conocer los datos. "Suponen una sorpresa mayúscula. Es mejor que no se propagen estos datos, es como llamar al lobo, el intermediario de turno, al que le faltará tiempo para echar sus redes", añadió ese dirigente.

El importe de estas cláusulas se considera tan desorbitado en algunos casos que es seis veces superior al presupuesto de los clubes para esta temporada y que supone unos 30.000 millones de pesetas. Hay clubes, como el Deportivo, Rayo Vallecano, Albacete, entre otros, que con la cláusula de rescisión del contrato de uno solo de sus jugadores superan sus presupuestos anuales de 1.780, 888 y 750 millones, respectivamente.

Justificar un blindaje

Estas cláusulas son práctica habitual en todos los equipos, la mayoría de los cuales las imponen a la totalidad de sus plantillas. Según información de los propios clubes, el Atlético de Madrid, Deportivo, Logroñés, Sevilla, Oviedo, Celta, Rayo Vallecano, Tenerife, Barcelona, Real Sociedad, Sporting y Valladolid, tienen atados con estas cláusulas a la totalidad de su plantilla. Osasuna es el conjunto con menos hombres afectados por las cláusulas: siete jugadores. La sorpresa surge con el equipo que le sigue con un jugador más, al tratarse de uno de los finalistas de la Copa y revelación del último tramo de la Liga, el Zaragoza.

La Liga Profesional, cuyos dirigentes se echaron las manos a la cabeza al conocer las cifras, tiene su explicación para justificar este sistema de blindaje: "El fútbol está desamparado por el famoso decreto 1.006. Las cláusulas están justificadas mientras tanto subsista este decreto, por el que un jugador puede dejar su equipo cuando quiera para fichar por otro pagando la indemnización que fije un juez si antes no se ha pactado entre las partes", comentó su secretario general, Jesús Samper. "Se trata", añadió, "de un decreto único en toda la legislación comunitaria. "La aplicación de este decreto", insistió Samper, "ha demostrado la indefensión del club frente al abuso de los jugadores y de sus represenantes".

Según los directivos de la Liga profesional, las cláusulas están previstas jurídicamenten los contratos de los futbolistas. "Los jugadores", según fuentes de la Liga, Ias firman con conocimiento de causa. Es más, los jugadores las utilizan como medio de negociación".

La mayoría de los directivos de los clubes coinciden en señalar que se trata de cantidades disuasorias, para impedir la marcha de los jugadores a otros equipos. "No son precios reales de venta", matizó Fernando Ochoa, gerente del Athletic. "Es una parte el contrato que no se discute en mi club", señaló Iñaki Otegui, gerente del otro equipo vasco de Primera, la Real Sociedad, quien añadió: "Todo jugador que fiche o renueve contrato con nosotros sabe de antemano que en él ha de figurar obligatoriamente un mínimo de 500 millones por rescindir unilateralmente el contrato".

"Muchas de estas cláusulas son nulas de pleno derecho", es la opinión de un experto en contratos futbolísticos como es el profesor titular de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense, Fernando Pérez Espinosa. "No hay proporcionalidad entre la retribución del jugador y la cláusula resolutoria de su contrato. Esa ausencia es la que plantearía la nulidad de la cláusula, incluso aunque esté firmada por el jugador. Se podría entender en este caso que se trata de una cláusula abusiva", añadió este catedrático que ganó al Atlético los juicios de Losada, Arteche, Landáburu y Quique Ramos, entre otros.

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