Los grandes partidos alemanes quitan importancia a su retroceso electoral
Los partidos alemanes tradicionales, que sufrieron un revés importante en las elecciones del domingo en el land de Schleswig-Holstin, restan gravedad a su retroceso y justifican sus malos resultados con las leyes específicas para este tipo de comicios. Los socialdemócratas (SPD) -que ganaron con el 39,5%, pero perdieron 3,4 puntos- aseguran incluso que sus pérdidas entran dentro de lo esperado.Esta interpretación positiva del SPD, efectuada por su secretario de organización, Günter Verheuger, contrasta con la decepción de sus dirigentes en Selileswig-Holstein. La ministra presidenta del Estado, Heidi Simonis, cree que no se ha sabido hacer frente a las demandas de los electores.
La Unión Cristiano Demócrata (CDU), del canciller Helmut Kohl, que perdió 3,5 puntos, sufrió el peor resultado desde 1955 y consiguió sólo el apoyo del[ 37,5% de los electores. Para su secretario general, Peter Hinze, "el resultado es insatisfactorio". La CDU se consuela con el poco margen de ventaja que le ha sacado el SPD.
Sólo los liberales (FDP), del ministro de Exteriores, Klaus Kinkel, asumen sin excusas su mal resultado. "Navegamos por aguas peligrosas", reconoció Kinkel, el lunes, después de que su partido no llegara al 5%, lo que de suceder en unas elecciones generales le dejaría sin representación.
Los Verdes (Alianza 90-Los Verdes), que han desplazado al FDP como tercer partido, son los únicos que encuentran razones para la celebración de los resultados de Schleswig-Holstein. La subida de 4,3 puntos, que los sitúa por encima del 10%, les confirma como alternativa a los partidos tradicionales.
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