Prueba para Balladur en las elecciones cantonales francesas que se celebran hoy

La derecha francesa se somete hoy a la primera prueba electoral desde su abrumadora victoria, hace un año, en las legislativas. Las elecciones cantonales, en las que se renovará la mitad de los consejos regionales del país, servirán sobre todo para comprobar cómo resiste el hegemónico bloque conservador el desgaste de las últimas semanas, plagadas de protestas contra el paro y el plan de empleo juvenil, y si la oposición socialista empieza o no a levantar cabeza tras el descalabro de 1993.Los consejos regionales han adquirido una cierta importancia política desde la descentralización implantada en 1982, pero entre hoy y el domingo próximo, fecha de la segunda vuelta, toda la atención se centrará en la evolución del voto ante presidenciales del año próximo. Para el primer ministro, Édouard Balladur, y la coalición conservadora RPR-UDF (Agrupación para la República y Unión para la Democracia Francesa), el objetivo es mantener el nivel de voto en torno al 43% obtenido en 1993. De conseguirlo, la derecha tendrá la sucesión de François Mitterrand al alcance de la mano y el propio Balladur adquirirá una importante ventaja sobre el jefe de su propio partido, Jacques Chirac, en la carrera de las candidaturas presidenciales.

Los socialistas necesitan superar el pobrísimo 20% del voto obtenido el año pasado, si quieren mantener alguna esperanza para el futuro. El secretario del partido, Michel Rocard, afronta en las cantonales una auténtica reválida personal.