Kárpov: "Sólo se habla de los exitos de Gari"
Entre los mejores ajedrecistas del mundo, sólo uno tiene más de 40 años. Es el ruso Anatoli Kárpov, de 42, que está hecho de una pasta especial. Acaba de lograr el resultado más brillante de la historia al ganar, invicto, el torneo de Linares. El campeón del mundo de la Federación Internacional (FIDE) obtuvo ese título hace cuatro meses gracias a la rebelión de su compatriota Gari Kaspárov al que acaba de superar por 2,5 puntos. La insólita rivalidad entre ambos, dentro y fuera del deporte, se ha calentado de nuevo.A pesar de sus 11 puntos en 13 partidas -nueve victorias y cuatro empates frente a rivales de élite-, Kárpov quería más, como siempre: "Desperdicié varias posiciones ganadoras, por ejemplo contra Kaspárov; podía haber llegado a la undécima ronda con diez puntos". Pero reconoce que la edad le pasa factura: "Mis nervios no son los de antes. Sin embargo, entiendo más profundamente el ajedrez y no necesito prepararme tanto".
Un repaso a su biografía permite concluir que sus mejores resultados han llegado bajo la consciencia de ser un campeón postizo. Lo fue en 1975, tras la retirada del estadounidense Bobby Fischer, y el año pasado, a raíz del cisma del ajedrez. Pero Kárpov niega que eso le estimule: "He ganado 125 primeros premios en épocas distintas. El verdadero secreto está en la ambición que tuve, tengo y tendré".
Su carrera está teñida de presiones políticas. Frustrado por la retirada de Fischer, negoció en secreto con él un año más tarde en Tokio, Madrid y Montilla (Córdoba). No hubo acuerdo para la disputa de un duelo, pero el KGB le vigilaba estrechamente. "Me acusaron de intentar vender el título a Fischer. Uno de mis perseguidores era Alexandr Nikitin, que luego fue entrenador de Kaspárov. Ahí empezaron nuestras excelentes relaciones", recuerda. Tras defender la corona en dos ocasiones frente al disidente Víctor Korchnoi, Kárpov se topó con otro de los mejores ajedrecistas de la historia, Gari Kaspárov, al que acaba de superar por primera vez en un torneo desde 1981.
Kárpov está harto de la imagen de su rival: "Sólo se habla de sus éxitos". Nunca se dice que sus mejores resultados están adornados por la fortuna ni se citan las extrañas circunstancias que rodean su vida. Sus amigos han publicado un informe en el que me atribuyen fuertes implicaciones en el KGB. La verdad es justo al revés; el mejor padrino de Kaspárov fue Guéidar Alíyev, presidente del KGB en Azerbaiyán y uno de los hombres más influyentes en el Kremlin durante la época de Andrópov. Espero que algún día se sepa toda la verdad".
Su última decisión ha sido no jugar el cuadrangular de Amsterdam contra Kaspárov (campeón de la PCA), el británico Nigel Short (subcampeón) y el holandés Jan Timman, subcampeón de la FIDE. "Cuando acepté la invitación, nadie me habló de Short. Una confrontación entre la FIDE y la PCA vale mucho más dinero del que pagan en Amsterdam".
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