La defensora del pueblo en funciones recibió más quejas que Gil-Robles
Las quejas al Defensor del Pueblo no han dejado de aumentar, pese a que la vacante dejada hace un año por su anterior titular, Álvaro Gil-Robles, sigue sin cubrirse. Su sustituta en funciones, Margarita Retuerto, sobrelleva en silencio su interinidad, pendiente de que el PSOE y el PP se pongan de acuerdo en la elección del nuevo titular. En su año de gestión las quejas han aumentado un 13,5%.El nombramiento requiere el apoyo de las tres quintas partes de los diputados. El llamado impulso democrático, promovido por Felipe González para cubrir ésta y otras vacantes de instituciones estatales, tiene el freno de mano echado. El PSOE pretende negociar por partes los nombramientos pendientes; el PP supedita el acuerdo a que se incluyan en el paquete las vacantes del consejo de RTVE, donde el CDS mantiene un puesto heredado de la anterior legislatura a pesar de que ya no tiene escaños.
La defensora del Pueblo en funciones ha avanzado por escrito un balance de su interinidad en el que se observa la recepción en 1993 de 2.659 quejas más que en 1992. De las 22.372 recibidas, la institución admitió a trámite 5.327 más que en la etapa precedente, con una disminución del 50% en el tiempo de respuesta.
Se tramitaron a la Administración 259 recomendaciones, entre las que destacan las relativas al derecho a la intimidad de los menores en la difusión de imágenes en los medios de comunicación y la no imposición de la filiación paterna obligatoria cuando resulte desconocida. La institución ha logrado también que las mujeres no necesiten la autorización de sus maridos en las intervenciones para las ligaduras de trompas, así como la regulación de los servicios telefónicos del 903.
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