Ofensiva contra los disidentes chinos mientras Christopher visita Pekín
Tres disidentes chinos fueron detenidos ayer en Pekín precisamente cuando el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, se encuentra en la capital china para discutir con sus huéspedes, entre otros temas, del respeto de las libertades individuales en el país asiático.Se trata de Yang Zhou y Li Guotao, dirigentes de la Asociación china para los Derechos Humanos, y de Yang, un veterano de la disidencia, fundador de la Carta para la Paz, otro movimiento de oposición. Otros dos disidentes habían sido detenidos los pasados viernes y sábado. En total son 15 los opositores hostigados por la policía durante estas últimas semanas. Algunos, como Wei Jingsheng y Wang Dan, se han visto forzados a abandonar la capital durante la visita del jefe de la diplomacia norteamericana.
Esta ofensiva contra los disidentes no contribuyó precisamente a amenizar el clima de las conversaciones que Christopher tuvo ayer en Pekín, especialmente la que mantuvo con el primer ministro, Li Peng. Éste aseguró que era "injusto" pretender imponer a un país subdesarrollado como China los modos de vida propios de Estados Unidos.
Un portavoz del Ministerio" de Asuntos Exteriores chino aseguró que lo importante para un país como el suyo era asegurar un "desarrollo estable" como mejor garantía de un respeto creciente de los derechos humanos, y que los disidentes constituían un factor de inestabilidad que dificultaba esta tarea. La rueda de prensa que dio Christopher en Pekín estuvo casi exclusivamente dedicada a este tema.
Para complicar aún más la situación, a la ofensiva contra los disidentes se añadieron presiones contra los periodistas extranjeros acreditados en la capital china. Tres corresponsales, dos norteamericanos -del semanario Newsweek y de la agencia UPI- y una holandesa que se había entrevistado con un disidente, han sido interrogados por la policía durante estos dos últimos días, antes de ser liberados. Christopher llamó ayer personalmente a la oficina de UPI en Pekín para interesarse por la suerte del periodista interpelado.
