Berlusconi da marcha atrás en sus críticas contra los jueces
Jornada de moderación la de ayer para Silvio Berlusconi que, entre visitas electorales a dirigentes de la comunidad hebrea de Roma y a hospitales, reconoció: "Lamento que anoche me indignase. Hoy estoy más sereno". También redimensionó su "recurso al presidente de la República" frente a la "persecución" de la fiscalía de Milán, anunciado la víspera con una excitación que hizo que el dirigente centrista Mino Martinazzoli le calificara de "megalórnano". En realidad, lo que Berlusconi presentó ayer por la tarde era un simple recurso escrito al Consejo Superior de la Magistratura, como los que presentan cada día unos 50 italianos.El Consejo está presidido por el jefe del Estado, al que, por esa circunstancia, pueden serle dirigidos los escritos por correo. Pero una vez recibidos, el presidente los remite al órgano supremo de autorregulación y autocontrol de los magistrados.
El cambio de tono de Berluscon responde a la oleada de críticas que suscitó en distintos ambientes las violentas invectivas que lanzó en directo por algunas de sus televisiones contra los jueces de Milán que investigan presuntas facturas falsas y delitos contables en empresas del grupo Fininvest. Pero la moderación de ayer no implica que Berlusconi haya cambiado de línea de razonamiento.
"En un Estado de Derecho se investiga a alguien cuando surgen indicios de delito. En un Estado policiaco se persigue a quien no gusta para buscarle un posible delito. Esto es lo que me ha ocurrido a mi", reitera Berlusconi en una entrevista que publica hoy Panorama, el semanario del que es propietario y que, desde que comenzó la campaña, ha tenido la exclusiva de las confidencias del aspirante a líder.
El mismo número del semanario citado incluye otras declaraciones, las del ex líder socialista Bettino Craxi, amigo personal, antiguo protector político y mentor de la nueva carrera de Berlusconi. "He llegado a la conclusión de que los riesgos de aquí al 27 de marzo radican en tres aes: asesinatos, atentados, arrestos", afirma Craxi.
Especialmente crítico con el propietario de Fininvest se ha mostrado también el ministro de Asuntos Exteriores, Beniamino Andreatta, para el que Berlusconi "se aprovecha de la gente sencilla, de los pobres consumidores de la TV de evasión".
Andreatta, tradicionalmente ligado a la izquierda democristiana y a Martinazzoli, señalaba ayer, mientras viajaba por las repúblicas bálticas, que "la videocracia contrae en gestos y gritos el razonamiento de la política". "El grito permite incluso que los ladrones oculten sus delitos del pasado. Es una óptima técnica", añadió el ministro.
Las críticas fueron generalizadas en la izquierda, y también en un sector de la derecha sociológica. En este último ambiente ha molestado, además, que alguien que presuma de empresario, como Berlusconi, tuviera el pasado jueves palabras de desprecio para la Confindustria, la patronal italiana, que se mantiene neutral en esta campaña y ha evitado apoyar a Forza Italia.
Apoyan a Berlusconi sus aliados de Alianza Nacional (neofascista) y la Liga Norte, e, indirectamente, uno de la izquierda, el senador Giovanni Pellegrino, presidente de la comisión del Fuero de los Senadores, que pide a los magistrados que bloqueen sus investigaciones hasta después de las elecciones.
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