Célebres cocineros, candidatos a la cocina de los Clinton

Patrick Clark y Frank Ruta, dos conocidos cocineros de Washington, son los principales candidatos a ocupar los fogones de la Casa Blanca, que a finales de este mes dejará el francés Pierre Chambrin, cuyas delicias galas no parecen ser la comida favorita de la familia presidencial. Ruta ya fue cocinero de la primera residencia estadounidense en los años ochenta, y actualmente se encuentra en el River Club de Washington, mientras Clark practica su arte en el restaurante del selecto Hay-Adams Hotel.Una semana después de anunciar la dimisión de Chambrin, la Casa Blanca, que quiere alguien que haga comida norteamericana y con pocas calorías, sin precisar mucho más qué significa eso, continúa la dificil búsqueda de un cocinero que se adapte a estas exigencias. El problema, según algunos, es que ni la propia esposa del presidente, Hillary Clinton, sabe definir exactamente qué es la cocina estadounidense a la que se refiere, ya que, tras la dimisión de Chambrin, no supo aclarar cuáles son sus gustos culinarios.

Fuentes de la residencia presidencial indicaron que un pequeño ejército de famosos cocineros especializados en dietas llegará en los próximos días a Washington para enseñar a los empleados del presidente cómo preparar platos sin grasas, dada la tendencia a engordar del gobernante Bill Clinton. Sin embargo, esa tendencia, que le hace tener un índice alto de colesterol, se mantendrá si Clinton continúa con su afición a las comidas con abundantes calorías, como las hamburguesas y las pizzas.

Mientras se desarrollen estos ejercicios, los encargados de hallar al nuevo encargado de la cocina de los Clinton seguirán con su selección de candidatos, entre los que Clark y Ruta van como favoritos dada su especialización en comidas ligeras. Aunque desde la llegada de los Clinton a la Casa Blanca Chambrin intentó adaptar su cocina a los gustos de los nuevos inquilinos, la experiencia no ha resultado y Hillary ha optado por cambiar aunque parece que su indefinición se lo pone difícil.