Sotos reclama a UGT la recuperacion de su posicion accionarial en IGS

El ex presidente del grupo empresarial IGS y ex director general de la cooperativa PSV, Carlos Sotos, ha reclamado al sindicato UGT la recuperación de los derechos que le corresponden como accionista mayoritario en la sociedad. Sotos, que controlaba los derechos políticos del 53% de las acciones del grupo empresarial a través de una fundación, traspasó sus acciones al sindicato que dirige Nicolás Redondo en octubre de 1993, fecha en la que dimitió como responsable del grupo.IGS ha confirmado que Sotos envió el pasado día 7 de marzo copia de una carta original, cuyo destinatario es el secretario de administración de UGT, Sebastián Reyna, en la que comunica al actual presidente de la sociedad, Prudencio García, su intención de recuperar sus derechos accionariales. Sotos ha confirmado la existencia de la carta y añadió que ayer fue ratificada mediante un nuevo documento enviado a Sebastián Reyna. Por parte de UGT, según uno de sus portavoces "no hay declaraciones respecto a PSV".

En la carta enviada ayer a UGT, Sotos comunica formalmente su intención de recuperar los derechos del 53% de las acciones cedidas al sindicato, volver a formar parte de la junta general de accionistas y proceder al nombramiento de consejeros en la sociedad matriz y en sus empresas participadas. La base de la reclamación, según se detalla en el documento, está en los convenios de cesión firmados los días 5, 13 y 18 de octubre por Sotos con UGT y por los que cedía su paquete de acciones al sindicato con la condición de que se arbitrara una solución para la cooperativa.

La reclamación de Sotos, según fuentes cercanas al empresario, no tiene motivaciones económicas. De acuerdo con dichas fuentes, la carta trata de forzar una solución al problema de la cooperativa PSV y, sobre todo, poner en evidencia a la nueva dirección de IGS que encabeza Prudencio García, que cinco meses después de hacerse cargo del proyecto de economía social, aún no ha dado a conocer un plan de viabilidad para la cooperativa. La carta del ex presidente de IGS ilustra el progresivo deterioro de la situación de IGS y de PSV, puesta de manifiesto también por la administración judicial, que califica el presente de la cooperativa de "insostenible".

La tensión que envuelve a IGS-PSV no es ya un secreto. UGT, afirman fuentes cercanas a su dirección, no está de acuerdo con la labor llevada a cabo por los gestores impuestos en octubre por el Gobierno. Éstos no mantienen relaciones fluidas con todos los administradores de la cooperativa, mientras en el seno del Ejecutivo hay distintas concepciones sobre el futuro de PSV.