Floro, destituido en su sexta crisis
La junta directiva del Real Madrid destituyó ayer, por unanimidad de todos sus miembros, a Benito Floro como entrenador. Éste no superó su sexta crisis. Vicente del Bosque será el nuevo responsable hasta final de la temporada. El cambio se realiza, según el director general de la entidad, Inocencio Arias, en busca de un revulsivo para el equipo, que ha sido derrotado en cuatro días en dos ocasiones (París Saint Germain y Lleida). El nuevo técnico, en su declaración de intenciones, afirmó: "Espero reconducir al equipo, si no es posible en cuanto al juego, por lo menos sí en cuanto a resultados".
Benito Floro cayó en la sexta crisis del equipo. La directiva no se mostró en esta ocasión dividida en torno al técnico. La mayoría de los miembros de la junta se mostraron ayer partidarios de buscar un cambio para frenar la crisis del equipo. Unos porque consideraban a Floro "un mal entrenador" y otros porque reconocían que la situación que vivía el técnico era "insostenible". La directiva también analizó que con la marcha del técnico, ellos, así como los jugadores -a los que se criticó con dureza-, pasaban a ser los únicos responsables de lo que ocurriera a partir de ahora. Ramón Mendoza vio así como sus colaboradores se unían en la decisión. A pesar de ello, la destitución no se sometió a votación. La reunión duró apenas dos horas.Floro esperaba la sentencia en un despacho cercano a la sala de juntas. El presidente, acompañado de Inocencio Arias, el director general, y Manuel Fernández Trigo, el gerente, comunicó al técnico su destitución. Fue una reunión breve en la que Mendoza intentó explicar al entrenador los motivos de la medida adoptada. El técnico no preguntó nada y se limitó a decir al presidente que no se preocupara, que sabía como eran estas cosas.
Arias, acompañado de Floro y de Vicente del Bosque, ofreció una conferencia de prensa para oficializar la decisión. A diferencia de casos anteriores, no estuvieron presentes en la comparecencia ni Mendoza ni sus vicepresidentes. Arias se limitó a comunicar el cambio y advertir que no admitía preguntas. Floro tomó luego la palabra: "Espero que mi marcha sirva de ayuda al equipo, al que deseo todo lo mejor. Ójala logre todos los triunfos posibles. Me voy de un club en el que he aprendido mucho y al que le he dado todo. Soy madridista y seguiré siéndolo siempre".
Con Floro se van del Madrid sus dos ayudantes, Pepe Carcelén, segundo entrenador, y Pepe Portolés, preparador físico. Con Del Bosque llegan Rafael Benítez, entrenador del Real Madrid B, y el preparador físico de este segundo equipo, Ángel Puebla.
Del Bosque, el séptimo entrenador de Mendoza, es un hombre vinculado al Real Madrid desde 1974. Como jugador logró cinco ligas y dos copas. Se retiró en la temporada 1984-85, y desde entonces ha ocupado diferentes cargos como técnico. Hasta ayer era coordinador general del club. Desde este puesto intentó cambiar el sistema de Floro en uno de los equipos filiales sin conocimiento de éste.
El nuevo entrenador considera que lo importante en estos momentos son los resultados y basó su afirmación en que "lo peor que le puede suceder a un .equipo es una ruptura total con el sistema anterior". Del Bosque ya tiene planes: "Vamos a trabajar con otra idea' de ataque, pero sólo con una pequeña reforma. Cambiaré también algunos detalles de los entrenamientos".
Mendoza y la mayor parte de los directivos no quisieron realizar declaraciones tras la junta. Carlos Escudero, directivo que acompañó al equipo a Lleida, fue uno de los pocos que se pronunció: "La situación era insostenible. Con esta decisión renace la ilusión de un nuevo proyecto. Es ley de vida. Del Bosque es de la casa y conoce a todos los profesionales".
En términos similares se maniestó López Centeno: "Es complicado saber cuál es la situación más acertada. El equipo atraviesa una difícil situación. Es mucho más lo que se puede ganar con esta decisión que perder. Del Bosque es de la casa y conoce el club mejor que nadie".
"Usted no tiene la culpa"
Benito Floro, el hasta ayer entrenador del Real Madrid, abandonó el estadio Santiago Bernabéu poco después de que dieran las nueve. Se fue caminando hasta su coche, aparcado en una calle cercana. Las cámaras y los periodistas le rodeaban y advertían a los paseantes de que algo sucedía allí. "Benito, dinos algo más". "¿Te parece injusto?".Floro, con una sonrisa en los labios, evitaba responder a las preguntas. "Va, dejarme marchar. No voy a decir nada. En estos momentos hay que ser caballerosos y guardar silencio". Floro se fue camino de su casa. Antes de subir a su domicilio se acercó a un bar de la urbanización en la que reside él, sus dos ayudantes, Pepe Carcelén y José Portolés, y los jugadores Iván Zamorano y Robert Prosinecki.
"Soy socio del Atlético, pero quiero parate echar ahora al decirle que usted no tiene culpa de nada de lo que pasa en el Madrid", le dijo a modo de saludo un cliente del bar. Floro le dio la mano, volvió a sonreir y le dio las gracias.
Al fondo un canal de televisión emitía en esos momentos una entrevista con Vicente del Bosque, el nuevo entrenador del Real Madrid. Después apareció en imagen el defensa Rafael Alkorta, quien en una conferencia de prensa por la mañana en la Ciudad Deportiva aseguraba: " Sería un disparate echar ahora al entrenador".
Benito Floro ha pasado ya por esta situación en tres ocasiones más. Cuenta que todas las circunstancias que rodean una destitución siempre son similares e igualmente dolorosas.
El técnico no tiene planes inmediatos para su futuro. Muchos le sitúan ya como entrenador en Valencia, su tierra, pero él lo desmiente con rotundidad. Benito Floro seguirá en la capital de España hasta el mes de junio, cuando sus hijos acaban el colegio. Eso sí, su vida cambiará. Tendrá tiempo para jugar al fútbol, seguir estudiando inglés e italiano. Ver fútbol y pensar en el futuro. A Floro le gustaría probrar suerte fuera de España.
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