Un ex empleado de seguridad dice que espió para la presidenta de la Diputación de Valencia

Un antiguo empleado de una empresa de seguridad que trabajó para la Diputación de Valencia confesó ayer ante un juez haber colocado micrófonos en despachos de la institución. Actuó, según su declaración, para la presidenta de la Diputación, la socialista Clementina Ródenas, por orden directa de uno de sus guardaespaldas.Las víctimas de las escuchas ilegales, cuyas grabaciones entregó el declarante al juez, fueron políticos socialistas enfrentados a Ródenas. Un plan para espiar también a representantes de la oposición no llegó a llevarse a la práctica. Fuentes del PSOE afirmaron ayer que las escuchas fueron realizadas por la empresa de seguridad, ya desaparecida, para chantajear a la Diputación.

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