'Pic-nic' y teatro
El grupo teatral Cambaleo tiene una sala alternativa en pleno campo
Una construcción en mitad del campo, a 43 kilómetros de Madrid, con accesos laberínticos y una pobreza total de medios se ha convertido en una sala alternativa de teatro. La Nave de Cambaleo, la única no urbana de estas características, nació a petición de los propios seguidores del grupo. Los espectadores, con o sin tartera debajo del brazo, convierten la experiencia teatral en un particular paseo por el campo.
Con 12 años de experiencia en montajes escénicos, los miembros de Cambaleo alternan ahora sus labores teatrales con pintar el local, arreglar desperfectos y publicar un boletín Poético teatral.El proyecto viene de lejos. En 1989 alquilaron una nave en mitad del campo, a las afueras de Aranjuez, que en un principio se utilizó como local de trabajo. Pero los amigos que acudían a presenciar los ensayos generales formaban un pequeño público que terminó convirtiendo la nave en una sala alternativa. A partir de ahí se limitaron a dar salida a un fenómeno creado de manera espontánea y que de hecho no ha contado con ninguna campaña de promoción.
El local, que forma parte de la Coordinadora Estatal de Salas Alternativas, tiene un vestíbulo y un ambigú decorados con la escenografía de dos montajes que hizo el grupo hace años. Todo lo reciclan y no ocultan que son pobres de solemnidad: "No tenemos para gradas y el público se sienta en sillas de colegio".
En la sala caben 150 personas, pero han limitado el aforo a 70 espectadores que no compran entradas sino que dan 600 pesetas a cambio de una fotocopia de un billete de Renfe, eso sí, de ida y vuelta a Madrid. El público acude a ver teatro y a escuchar música en directo o disfrutar de performances diversas que programan los fines de semana. Es la única sala alternativa que al estar aislada del casco urbano el público puede alargar la noche quedándose allí para discutir de teatro o de la vida, con un botellín (a precio de tienda) en la mano. "Los pubs son aburridos y esto no", dicen orgullosos los de Cambaleo, "hay gente que ha hecho suyo este espacio y se vienen aquí, incluso sin saber que van a ver".
Un símbolo
Cambaleo también es la única sala que la legalidad le viene por el apoyo de la gente e incluso del municipio ribereño: "Para muchos esto es un símbolo y, desde el alcalde hasta el último municipal, saben que estamos aquí, además lo primero que hicimos fue contarle nuestro proyecto a la Guardia Civil y a la policía", afirma Isabel Fernández, que hace las veces de productora de la compañía.
Los propios actores, Begoña Crespo, Carlos Sarrió (también director), Antonio Sarrió, Arsenio Jiménez o Eduardo Cueto, se convierten en taquilleros a la entrada o en camareros en los descansos, donde nunca falta la música,
Este fin de semana actúa la compañía vasca Eolo, que representará las obras Estrategia para dos jamones de Raymond Cousse. Además, los sábados 12 y 19 de este mes los propios miembros de Cambaleo ofrecen un montaje titulado Monstruos perfectos y otras historias.
Cuando ellos tienen "bolos" , ya que son habitualmente contratados en teatros de Madrid o de otras ciudades, La Nave sirve para preparar montajes de grupos teatrales como La Carnicería o La Tartana, hacer talleres de vídeo o escenografía, programar otras compañías, o ceder el local para que los grupos musicales de la comarca se enfrenten al público. No quieren ni pretenden ganar dinero, sólo amortizar los gastos y estar cubiertos de manera que la gente que programen no tenga que asumir gastos imposibles. Además son divertidos.
La Nave de Cambaleo. Carretera a Aranjuez, kilómetro 44,5 (Legamarejo), 892 18 77. Funciones: viernes día 4, a las 20.00, y sábados, a las 23.00. Precio, 600 pesetas.
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