Una noche muy oscura

Sotosierra, una urbanización de lujo de Soto del Real compuesta por 500 parcelas donde se alzan 430 chalés, se ha visto obligada a doblar con dos patrullas la vigilancia de sus calles, que tienen nombre de capitales de provincia. Desde Huelva a Ávila reina la absoluta oscuridad cada noche desde hace una semana. Nadie paga la luz y la compañía la ha cortado. Sin embargo, la mayoría de los vecinos no se han sentido aludidos por morosos.Desde que el Ayuntamiento de Colmenar Viejo (27.000 habitantes) denunciara a Iberdrola a causa de los cortes en el suministro eléctrico producidos el pasado día 16, se han sucedido las visitas al juzgado de esta localidad por los mismos motivos y en contra de la compañía eléctrica. Ahora Iberdrola deberá volver a responder ante una juez sobre los motivos que le llevaron a privar de alumbrado público a dos urbanizaciones en Soto del Real sin autorización expresa de la Dirección General de Industria y sin comunicarlo previamente a los afectados.

El Ayuntamiento de Soto del Real (2.760 habitantes) y las comunidades de propietarios de Los Cerrillos y Sotosierra son los organismos que en esta ocasión han denunciado por duplicado a Iberdrola. Mientras, los responsables de la empresa consideran que la medida de presión es necesaria para que los ayuntamientos y las urbanizaciones no engrosen sus deudas; y aseguran que actuaron con la autorización administrativa de la Dirección General de Industria, otorgada por silencio administrativo.

Las 50 familias residentes toda la semana en la colonia de Sotosierra han manifestado su preocupación y temor a convertirse en blanco de gamberros y cacos. Epifanio Garrido, uno de los guardas jurados encargados de patrullar este paraje residencial, trata de tranquilizar a los vecinos, pero al mismo tiempo reconoce que "es dificil hasta con dos coches poder vigilar tanta casona, en una urbanización abierta por todos sus costados". Son ya 15 años los que lleva Epifanio patrullando esta urbanización y se ha topado varias veces con ladrones. "Unas veces les he podido echar el lazo y otras me he quedado en el intento".

Para el presidente de la comunidad de propietarios, Blas Pocostales, "el litigio no va a quedar aquí; los recibos de esta urbanización llegan a nombre del Ayuntamiento desde hace al menos cinco años, sin que el alcalde se haga cargo de ellos y sin enviarlos a nuestra oficina". Ahora Iberdrola les reclama 4,3 millones de pesetas, que no están dispuestos, por el momento, a pagar.

Aunque desde el lunes pasado las callejas de Los Cerrillos cuentan con alumbrado público, la indignación aún perdura en el vecindario. "Que no vuelvan a dejarnos a oscuras y que no nos pase nada", decían aún ayer los jubilados que viven en esta colonia modesta, construida en los años cuarenta, cuando Chozas de la Sierra aún no había cambiado su nombre por el de Soto del Real.

"La negligencia de Iberdrola no tiene nombre. Aquí son frecuentes las visitas de ambulancias, que, gracias a Dios, no tuvieron que venir durante cuatro noches", comenta el presidente de esta comunidad, el también jubilado Gregorio Blanco.

Para este colectivo, su situación frente a la deuda de casi 600.000 pesetas con Iberdrola no se asemeja en nada a la de los dueños de los chalés de Sotosierra. Ellos han pedido a la responsable de Iberdrola, María Luisa González, que les permita abonar su deuda en pagos fraccionados para poder hacerle frente.