Llegan a España 35 ex presos, bosnios musulmanes liberados por los croatas

"Tal vez volvamos a entendemos dentro de 20 o 30 años", afirmó ayer uno de los 17 refugiados musulmanes de Bosnia a su llegada al aeropuerto de Manises (Valencia), desde donde fueron trasladados a la población costera de Cullera. Era el primer grupo de ex presos liberados por las fuerzas croatas que llegaba ayer a España. Horas más tarde aterrizaba en Barajas otro avión con 18 bosnios más y la esposa de uno de ellos. Esta mujer, Meira Haidare, ha viajado durante 20 días por la ex Yugoslavia hasta encontrar a su marido.

Detenidos el verano pasado por las fuerzas croatas y entregados a la Cruz Roja Internacional en octubre, han sufrido torturas y han perdido hasta 25 kilos de peso. La mayoría de los refugiados que llegaron a Madrid prefieron no hacer declaraciones -"Estoy cansado y no tengo fuerzas para pensar", dijo uno de ellos- pero coincidieron al señalar que habían sufrido vejaciones físicas y prolongados interrogatorios."El nombre es mejor no darlo", repetía la intérprete tras sus declaraciones. "Todavía tienen miedo", añadió uno de los encargados de recibir a los refugia dos, todos hombres de entre 22 y 45 años, mientras subían al autobús que los trasladó a Cullera, donde la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) los alojará al menos durante seis meses.

Varios de los refugiados fueron detenidos por "el ejército croata, que los llevó a un túnel de municiones en DreteIj", a finales de junio o principios de julio de 1993, según explicó ayer el director provincial de Asuntos Sociales en Valencia, Ramón Cánovas.

De un pueblo arrasado

Los 19 bosnios musulmanes que llegaron a Madrid son naturales de la localidad de Orasac, que fue arrasada en julio del año pasado por los croatas. Las mujeres y los niños fueron expulsados del pueblo mientras los hombres fueron trasladados al campo de Drete1j. Allí permanecieron hasta que la Cruz Roja logró trasladarlos hasta un campo de refugiados en tránsito en Korkula.El Gobierno español ha autorizado ya la entrada en España de sus familias, que aún tienen que ser localizadas en la ex Yugoslavia. Los recién llegados serán alojados en centros de UGT para refugiados en Madrid y Cullera mientras que los gastos de transporte han corrido a cargo de la Organización Internacional para las Migraciones.