Ganar la Liga por defecto
La regularidad del Deportivo contrasta con los excesos del Madrid y el Barça
Hace media Liga, el 21 de noviembre de 1993, tras disputarse la jornada l2a, la competición hervía, con seis equipos empatados en cabeza: Deportivo, Madrid, Barcelona, Athletic, Sevilla y Valencia. Tres meses después, sólo queda un aspirante sólido, el conjunto gallego, el más regular. Los grandes andan a trompicones. La Liga más igualada ha pasado a ser la Liga más irregular. En este tiempo, el Zaragoza es el único que aguanta de cerca la marcha del líder, y aún así ha sumado tres puntos menos.Tomando como punto de partida de la Liga aquella fecha en la que la igualdad era máxima, la trayectoria que han seguido desde entonces Deportivo y Valencia muestran los casos extremos. El equipo que entrena Arsenio sólo ha perdido un encuentro (2-0 con el Madrid), mientras que el de Hiddinks-Real-Núñez sólo ha ganado uno (2-1 al Rácing).
La Liga es una competición que gana el equipo más regular, que no siempre tiene que ser también el más brillante. El Deportivo está siendo un ejemplo de ello. Consigue victorias sin estrépito, más que ningún otro equipo (nueve en los últimas 12 jornadas) y apenas pierde partidos (sólo uno). Sus rivales por el título, todo lo contrario.
El Deportivo ha aplicado a rajatabla la filosofía futbolística de su veterano técnico. Arsenio, acostumbrado desde toda la vida a nadar y guardar la ropa, y escarmentado por la derrota del Bernabéu, imparte a su hombres un cursillo acelerado de cómo especular.
El equipo gallego sabe que la Liga se puede ganar por defecto o por exceso. Ganar por exceso sólo está al alcance de Madrid y Bar(;a (25 y 12 títulos respectivamente sobre 62), mientras que los títulos resueltos por defecto han correspondido generalmente a los equipos denominados alternativas. Fue el caso de la Real y Athletic, que sumaron cuatro Ligas (dos cada uno seguidas) coincidiendo con las penurias de madridistas y azulgranas.
Las victorias por defecto se basan generalmente en el capítulo de goles encajados (el Deportivo acumula sólo nueve por 24 y 31 el Madrid y el Barça), en los puntos cedidos en el propio campo (tres en Riazor, por seis en el Bernabéu y cinco en el Camp Nou), y en las victorias acumuladas en campos propicios. La tesis asumida por los técnicos es que la Liga no se pierde contra los grandes sino ante los pequeños.
Cuenta el Deportivo con otros elementos favorables: sólo compite en la Liga; dispone de una plantilla muy amplia (incluso puede cubrir la baja de Djukic, considerado el factor determinante en defensa, como demostró en Anoeta) y está en disposición de saber absorber los factores externos (presión, arbitrajes ... ) por la experiencia del año anterior (no le importa perder en Madrid si gana en San Sebastián). Juega también a su favor el calendario (tiene más partidos en casa que sus rivales) y la ventaja adquirida (puede administrar cinco puntos más que el Madrid en 14 partidos mientras que su máxima ventaja del año pasado fue de cuatro puntos).
El Madrid, que aguarda con impaciencia una victoria del Barcelona sobre el Deportivo el próximo sábado, ha atravesado por dos periodos de crisis. El primero (1-3 con el Valladolid, 4-0 con el Deportivo y 0-1 con el Oviedo, consecutivamente) lo superó, y prueba de ello es que se aupó al grupo de cabeza en la jornada l2a. Su distanciamiento con el líder se debe a las consecuencias que le dejó su segundo bache, producto de tres. derrotas consecutivas en sus salidas a Gijón (2-1), San Sebastián (2-0) y Barcelona (50).
El Barcelona ha obtenido aún menor rentabilidad en estos tres últimos meses. Ha ganado igual número de encuentros que el Madrid, seis, pero perdido uno más. También salió derrotado de El Molinón y Atocha, campos ambos donde el Deportivo ya ganó, pero, además, encadenó la última de ellas con el 2-3 ante el Athlétic y el 6-3 de Zaragoza. Luego puede maravillar ante Osasuna -también lo hizo el Spórting-, sin que ello le valga para recuperar los puntos que ya perdió para siempre.
Los azulgranas, sin embargo, no olvidan que han ganado dos Ligas consecutivas en el último partido y, coincidiendo con una derrota del Madrid, circunstancia que avala su papel de perseguidor en el último tercio del campeonato, que es cuando se deciden los títulos.
De aquel sexteto que luchaba por el título no queda ningún equipo más. El Athlétic no ha conseguido más puntos que el Logroñés o el Albacete, mientras que Valencia y Sevilla han caído en picado.
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