La temporada de baños llega en febrero al Retiro

Unos cien nadadores, con edades comprendidas entre los 13 y los 54 años, participaron ayer en la primera travesía de invierno del estanque del Retiro, organizada por el Ayuntamiento y las federaciones de Natación y Salvamento y Socorrismo. El acto era el broche. de las Jornadas Ecológicas que el Consistorio ha ce1brado la semana pasada a beneficio de Aldeas Infantiles -entidad que ayuda a niños con problemas familiares-. Miles de personas presenciaron la prueba.

Los participantes, entre los que se contaban tanto ex campeones de natación (Daniel Latre o Nuria Ávalos) como aficionados, estaban divididos en distintas categorías, según edades. Tenían que nadar unos trescientos metros. Casi todos llevaban trajes de buzo proporcionados por los bomberos municipales y la Federación Madrileña Je Natación, debido a la baja temperatura del agua -unos siete grados de media- "Los que vamos a pelo no lo hacemos por amor al arte, sino porque no hay trajes para todos", se quejaba Rafael, de 20 años. "Es que esperábamos a unos 20 o 25 participantes, y las inscripciones nos han desbordado", se justificaba un portavoz municipal.El buen humor sirvió de antídoto al frío. Nano y Mario, de 20 y 22 años, respectivamente, y que se definen como "profesionales del desparrame", nadaron con su inseparable Eugine, una muñeca hinchable. "Ella es la que más caliente está de todos", comentaba jocosamente Nano.

"Para mí el agua no está tan helada", afirmaba por su parte Basilio Jiménez, de 54 años, el más anciano de los inscritos. "Lo que si que molesta es el traje de buzo, que te dificulta los movimientos", añadía, "pero todo sea por una buena causa". A su lado se encontraba Federico Zamora, de 13 años y campeón de Madrid en 100 metros braza, el participante más joven. "Yo venía de espectador", precisaba, "pero me han liado y he acabado tercero en mi categoría [menores de 17 años]".

Otro inconveniente para practicar la natación en el estanque era la suciedad del agua, pese a que los bomberos municipales se dedicaron la semana pasada a limpiar el fondo. "Hasta cinco barcas y el quiosco de un pipero", según Santiago Sarmiento, responsable de la operación. "Pues yo he visto latas y peces muertos flotando cuando nadaba", puntualizaba Rafa.

Al final, duchas de agua caliente y pan y chocolate para los esforzados nadadores, y trofeos para los ganadores. Para algunos hubo premio sólo por participar, como fue el caso de las mellizas quinceañeras Amalia y Tamara Sanfabio, únicas representantes femeninas en la categoría de menores de 17 años. El concejal de Juventud y Deportes, José Gabriel Astudillo, entregó los trofeos y afirmó que la prueba había sido un éxito de "participación y de solidaridad con Aldeas Infantiles".